31/5/11

Todo lo que aprendi del partido Barcelona - Manchester

Decir que soy poco futbolera es una exageración extrema para una persona que solo ha visto dos partidos en su vida: la final del mundial del año pasado y el partido del sábado Barcelona-Manchester, en el que ganaron otra super copa y esta vez no se la atropello ningún autobús. Asi que evidentemente, tuve una experiencia religiosa al mas puro estilo Enrique Iglesias en sus años mozos pero sin su verruga. Y es que el partido me dio mucho que pensar y me resolvió algunas dudas existenciales sin cuya respuesta mi vida se estaba volviendo un calvario.
Por ejemplo, el árbitro, que es la única persona de todo el campo que va perfectamente conjuntada en un look black total llevaba el micro pegado con una tirita. Pensamiento constructivo inmediato: este hombre es muy bueno en logística, cualquier otro se habría puesto cinta aislante negra porque ni se le ocurrió que las tiritas quedaban mejor ni se acordó de comprarlas. Y ademas, me resolvió una duda existencial: yo siempre había pensado que la gente que corría hacia atrás en el gimnasio en la elíptica lo hacía sin sentido, porque yo por lo menos no tengo ojos en la nuca así que tiendo a correr hacia delante. Pero hete aquí que el árbitro se pasa medio partido corriendo para atrás como el cangrejo. Y es que correr para atrás es muy práctico si quieres fardar de tirita en el micro todo el partido y no solo la mitad y claro, como hay que estar entrenado. İElíptica, ya tienes sentido!
El modelo botas no fosforitas parece que ya no esta en tiendas

Otro ejemplo: Piqué. Pensamiento constructivo: aunque raramente, la genética a veces da como resultado un Dios griego con perfecto acento español y, si eres más rápida que todas las Shakiras del mundo, es para ti. Yo ando rastreando Londres con un detector de genes sobresalientes, que es como el de metales pero en lugar de pitar, me induce un pestañeo al más puro estilo Marilyn. Y por supuesto, con lo que me inspira a mí la belleza en estado puro, me resolvió una duda existencial: ¿sirve para algo el after bit? Pues sí, porque te Piqué en insecto que te Piqué, ponte after bite (Shakira ha terminado con las existencias por lo que me cuentan fuentes fidedignas).
Ultimo ejemplo de la semana: Puyol. Pensamiento constructivo: ninguno porque entre que se metió la  medalla por los pololos, cuando salió al campo en los 10 últimos minutos nos enseño no el six pack sino el full barrel  y ese flequillo de Estrellita Castro pero si Jaca que galope y corte el viento, se me corto la respiración, la digestión y hasta el pestañeo inducido. Respuesta a la duda existencial: la genética es tan simétrica como todo lo demás en la naturaleza. Hay un ying y hay un yang, hay un polo norte y hay un poco sur, hay un Pique y hay un antídoto: Puyol.
Aprendí algo de futbol? Que es muy importante tirarse el suelo y poner cara de estreñido porque a veces cuela y te dejan sacar; que las porterías se cambian a mitad de partido (el cual es cual lo dejo para mi próxima sesión); que el número de escupitajos es proporcional a tu valía como jugador; que no eres nadie si no sabes tirarte al suelo y patinar para celebrar un gol y que toda la ropa que usan la tiran inmediatamente después porque con tanto escupitajo en el césped y tanta caída, no hay cuantidad de Kalia que la recupere.
Lara Jones

26/5/11

7 caras que me dan mucho miedo

Me pasa y me pasa casi todos los días. En ocasiones soy como el niño del sexto sentido, solo que en lugar de ver muertos veo gente con las mismas caras. Como decía mi profesor de química, apodado ingeniosamente, El Químico, a saber:
v  Cara de chándal: que es la que tiene esta gente a la que la ves y te los imaginas lavando el coche en chándal con malos pelos y peores ojeras. El detalle maestro es que es ropa de deporte con la que nunca se hace ejercicio y te viene a la mente o bien las gomas tobilleras o bien las cremalleras arrastrando. Super classy!
v  Cara de chupachups, no en plan Posh Beckham de cabeza gigante y mini-cuerpo sino en plan conejita playboy a la que solo le falta chuperretear un chupachups con cara lasciva. Y lo peor es que normalmente no va acompañado de un cuerpo de infarto sino de un estilismo que está a punto de provocarme un infarto.
v  Cara de chicle, que es la que tiene la gente que lleven chicle o no, te las imaginas destrozándote los nervios con los globos y masticando con la boca más abierta que cualquiera de las mascotas caseras cuando comen, incluidos los cerdos enanos.
Muerte a los chicles!!

v  Cara de Homer, que normalmente va acompañado de un mal afeitado, una tripa cervecera y, una huida rápida por mi parte, que yo soy muy tonticola y no me puedo arriesgar a empezar a salir con uno de estos chicos que me sugieren espatarramiento perenne en el sofá. Me santiguo y todo de pensarlo.
v  Cara de pantera, que incluye tinte choni, super raya en el ojo, acento tipo Belén Esteban, uñas incompatibles el teclado del ordenador y la posibilidad nunca descartada de salir volando si se les acerca una escoba.
v  Cara de Panto, que incluye el set completo de barbas alrededor de las mandíbulas(en la versión femenina), pinza o goma del pelo fosforita, cara recién-lava, como le gustaba a Manolo Escobar y en los peores casos Paquirrin adosado o en su defecto chándal y tacones.
v  Cara de cochinillo asado, para aquellas personas que en cuanto las ves te las imaginas en la mesa en navidad con una manzana en la boca.
Y un montón más que me revuelven las entrañas y hacen que cada día que pasa ponga más énfasis en cuidar mi cuerpo, mi mente, mi espíritu y mi maquillaje aunque no necesariamente por este orden.
Y encima oigo en la radio la canción que dice que sale a la calle y ve un montón de gente guapa. Pues por favor, si alguna de vosotros sabe la dirección que me la envíe porque el manager del cantante no me coge el teléfono.
Lara Jones

24/5/11

Soy todas

Llevo años intentando llegar al éxtasis como Santa Teresa de la Cruz, ver todo desdibujado como Picasso (aunque desde que me opere de miopía los contornos han vuelto a ser los mismos), sentarme debajo de un manzano y pensar en algo más que comerme las manzanas que caigan y un montón de rarezas mas, todas con el fin de demostrar que soy un genio.  
¿Y cómo he encontrado las trazas de mi genialidad? Con algo tan mundano como ver la tele. Resulta que ahí estaba una de las características típicas de los genios: personalidad múltiple. İY yo la tengo!!!
Y es que soy todos los personajes de Mujeres Desesperadas:
v  Lynette la mayoría del tiempo, tan peleona y competitiva que incluso en mi primer día corriendo en el running club tuve que ir de las primeras. Y no fui dando instrucciones y codazos porque era una carrera social. Solo me falto gritarles a los del fondo aquí-te-espero-comiendo-un-huevo (nininininini).
v  Bree, de vez en cuando, sobre todo volviendo a la oficina con cara de estar salvando a la ballenas, gobernando USA y operando a corazón abierto simultáneamente para encubrir que me he pasado 8 minutos de saltos enérgicos en el baño celebrando una buena noticia y 2 minutos de secado de brillos, porque con el ejercicio aeróbico sin calentamiento se suda mucho. A ver si se me pega lo de hacer muffins y consigo que la masa suba y no baje un día de estos.
v  Susan, porque aunque no me haya dejado las llaves en casa y caído desnuda en un arbusto (fundamentalmente porque no tengo un vecino canon para rescatarme sino un vecino para ser abatido a cañonazos), he pasado por todo tipo de desastres incluyendo darme a mi misma con el palo de golf, encontrarme a un amigo justo cuando iba divina pero con mis zapatillas viejas de conducir (evidentemente, no habría salido del coche ni aunque me hubiesen puesto al lobo de caperucita afilándose los dientes para comerme mejor de copiloto) y echarme las gotas equivocadas en los ojos (afortunadamente la única víctima fue el maquillaje).
v  Gabrielle, con la que comparto una larga lista de requisitos vitales para funcionar con normalidad. Yo tampoco puedo pensar si no tengo perfectos las unas y el pelo, si los zapatos y el bolso no conjuntan y si voy hecha unos zorros o sin maquillar. Y mi potencia mental se incrementa ostensiblemente cuando pienso subida en unos tacones de vértigo o voy ensenando tres cuartas partes del largo de mi pierna.
Y soy también todos los de Sexo en NY:
v  Carrie con la que comparto su amor incondicional a sus zapatos. Yo también tengo amor para todos los pares del mundo y de todos los demás planetas con vida sin descubrir.
v  Charlotte, porque yo también creo en los príncipes azules, en las hadas madrinas y en los sombreros ultra glamourosos (querida pamela que estas en el fondo del armario, prepárate que nos vamos a Ascot).
v  Miranda, porque yo también me he enamorado del chico menos adecuado y más dulce. De hecho, paso por estos enamoramientos todas las semanas con los brownies. Definitivamente el amor que menos me conviene.
v  Samantha, con quien comparto junto con Alaska el himno ‘A quien le importa’ solo que quitándole las connotaciones erótico-festivas.
A veces pienso que tengo alma americana

Y ademas soy unos cuantos personajes masculinos de Gossip Girl. Si, si, masculinos: yo esperaba sentirme como Blair y me siento como Nate; quería que me gustase la ropa de Serena y lo que me encantan son las bufandas de Chuck (y Chuck en sí mismo con ese punto canalla y ese look de perfect gentleman); quería sentir compasión por la pequeña de los Humfrey y resulta que siento compasión por el mayor (me recuerda tanto a Tristón-solo-quiere-un-amiguito).
Asi que aunque el mundo no tenía déficit de genios me uno a la lista.
Y tú, ¿tienes también personalidad múltiple? ¿Te hago un sitio en el paraíso de los genios?
Lara Jones

19/5/11

El ataque de las pulgas

Mi madre siempre dice que mujer previsora vale por dos. Pero a veces la genética te juega una mala pasada y, en lugar de heredar el set completo de refranero español + sentido común + disciplina militar aplicada, heredas la colección de sellos del abuelo, que viene a ser mi caso.
Asi que como el gatito Jones venia de otra casa, mi disciplina militar me indico sabiamente que no había que desparasitarlo. Y mi sentido común me dijo que ese pequeño mosquito que le rondaba la oreja ayer por la mañana, venia del árbol que entra por la ventana. Hasta que al final fue la colección de sellos la que me dijo que ese mosquito que veía por segunda vez igual era un accesorio del gato. O lo que es lo mismo: una pulga.
Mi primer ataque de pánico desemboco en la compra de un spray anti pulgas para la casa y un anti pulgas para el gato ademas de vencer el record mundial de los 100 metros lisos. Y es que yo bajo presión corro como un gamo.
Lo que yo sospechaba que tenia el gatito Jones cuando todavia era joven e inocente

El segundo ataque de pánico vino cuando después de rociar la casa y al gato con anti pulgas, le pase el peine al efecto, me salió una pulga adulta al encuentro y salto dentro de la cama. Tarde un total de 10 segundos es desvestirme, hacer un montoncito con toda mi ropa y la ropa de cama y rociarlo y crearme un look de pelea de gatas que yo clasificaría como Neurotic Chic. Y cero coma mas en darme cuenta de que tenia las ventanas abiertas de par en par y todo el vecindario me estaba viendo con el resultado de mis paseos por la sección de lencería.
Y a partir de ahí todo fue sobre ruedas:  utilice spray para matar pulgas en el equivalente a tres casas de la Preysler (lo cual no está mal teniendo en cuenta que mi casa es del tamaño de la caseta de perro), mi hipocondría hizo que me picase todo el cuerpo con cada pulga que encontraba (hasta un total de 4), me encontré 3 picaduras (no sé si reales o figuradas), llame a mi madre cinco  veces (todas para atención psicológica) y finalmente, como desde que deje el chocolate Milka no hay ninguna otra droga en mi casa, me di al cola cao para tranquilizarme.
Mucho me temo que recibiré una carta del ayuntamiento por emitir el equivalente de CO2 de todo el transporte anual en Europa. Espero que mis vecinos sepan agradecerme mi diligente desparasitación, que por cantidad utilizada de insecticida cubre toda el área metropolitana de Londres y salgan en mi defensa.
Y si me deportan, siempre podre volver a España, ¿no?

17/5/11

No me gustan las plataformas

No solo no me gustan las plataformas, sino que las odio. Y las odio desde las Spice Girls (Gery, has perdido estatura pero has ganado glamour el tiempo) en aquellos años en los que yo gateaba por la alfombra (aunque pensándolo bien igual ya no me quedaba ni un diente de leche y puede que incluso usase sujetador).
Y no solo no me gustan porque con ellas parezco una jugadora de baloncesto, sino porque el termino en sí mismo es tricky y escurridizo como él solo. No encantadoramente cheeky como el príncipe Harry, pero tricky como Charles (a ver si tengo suerte y me sale algo que sea bald como William). Y si no, a las pruebas me remito. ¿Cómo se han hecho tan famosas las plataformas que están en todas partes?
v  Leo las instrucciones de un software para instalar y resulta que los programadores están metidos hasta las trancas en el mundo de la moda. En la caja pone claramente requisitos mínimos para el uso de la plataforma es ser cliente de NTws, que definitivamente debe de ser un diseñador haciéndole la competencia a Louboutin. ¿Las tendrán en color maquillaje de mi numero?
v  Mi tren a casa sale de la plataforma 3, que claramente indica que alguien ha perdido un zapato porque si tu tienes dos pies, ¿como pueden darte un número impar?. Es más, si yo he comprobado recientemente que sigo teniendo dos pies, el tren sale de la plataforma de la de al lado que esta como una cigüeña porque le duelen los juanetes. Ahora todo empieza a tener sentido...
Nada, que no me gustan las plataformas, y no me gustan...

v  Existen plataformas petrolíferas, lo cual es una prueba irrefutable de que no soy la única que a veces se echa la gasolina por encima en lugar de colocarla grácilmente en el depósito del coche. Y algunas encima lo hacen con plataformas. Si es que cuando una sube muy alto, mantener el equilibrio es complicado y mas mientras te concentras en no morir estrangulada por la manguera y sobre todo no gripar el motor usando diesel por error. Seguro que si cambiasen los colores de los surtidores a algunos fácilmente reconocibles y de temporada (color geranio, azul eléctrico, verde lima), derramaríamos menos oro negro.
v  Alguien me dice que está usando su trabajo actual como plataforma para conseguir un puesto más alto. ¿Y no es más práctico algo con peldaños, en lugar de alzas? ¿Donde están esas escaleras de mano que mi madre siempre me dice que son super practicas incluso cuando estamos hablando de hacer bizcochos de limón y que se esconden habitualmente o en el armario de la cocina o detrás de las cortinas de la cocina, que son también super practicas  y lo mismo sirven para un roto que para un descosido?.
v  Y por supuesto en las fiestas de los pueblos se ponen plataformas para que toquen los músicos. Que yo me pregunto si significa que las jóvenes en edad de merecer cambian las manoletinas por unas plataformas estilo Beckham (todavía no me recupere del horror que llevo en los pies para la boda real) para que las toquen. Una especie de cause-efecto o acción y reacción de Newton en versión campera y arregla-pero-informal.
Y para colmos una amiga me dice que las plataformas están demodé. ¿Y ahora que hago yo con todas las que tengo?
Lara Jones

15/5/11

Haciendole la competencia a Arguinano

Reconozco que desde que estoy en Londres me encanta probar todo tipo de comida. Hasta el momento, he probado todo tipo de curries y he sobrevivido sin efectos secundarios a aproximadamente un 10%. Asi que las fuerzas del universo se confabularon para que reservase para una comida sorpresa para mi hermana en Jamie Oliver (el chef más aclamado de UK). Y İsorpresa!: Fuimos a Recipease o lo que es lo mismo: cocinábamos nosotras (tras la atenta mirada del Chef).
A la cara indescriptible de susto de mi hermana, que habría sido complementada por pelos de punta si no fuese por la eficacia probada del laser, se sumo el hecho de que los pares de delantales estaban diseñados para parejas (vamos, que una de nosotras acabo en una especie de tienda de campaña de las que tienen salón y cuatro habitaciones).
Y ademas aderezamos el sorpreson con:
v  Harina y huevo para hacer la pasta m as amasamiento (que parecía super fácil y que en realidad requería duro entrenamiento de pesas para un final feliz).
Ir a cocinar pasta a Recipease fue todo un exito

v  Dificultades inesperadas, como que lo mas difícil de hacer la pasta fuese poner la manivela a la maquina. Yo personalmente acabe haciendo sentadillas mientras buscaba como engarzarla, en una mezcla entre esto-que-es-lo-que-es y gestión eficiente del tiempo.
v  Un kilo de queso por cabeza aderezado por la misma cantidad de mantequilla. Entre que en UK lo de no comer mantequilla desencadena en neurosis de lo más curiosas y que la cocinera definitivamente había puesto tiempo y esfuerzo en alcanzar su tamaño, acabamos con grasas saturadas para taponar las arterias de varios ejércitos.
v  Un montón de formas diferentes de pasta que increíblemente todos conseguimos hacer: yo ya me veía en versión Mamma Italiana, cocinando para la prole pero a mitad de tamaño, sin prole y sin Italia.
v  El descubrimiento de que la pasta fresco se puede congelar: İviva la vida moderna y sus ventajas!
v  La fachada del sitio, que era rosa, para hacer juego con mi aura festivalera.
Así que, como al final de la sesión mi hermana ya no tenía cara de susto, yo me sentía una Mamma italiana, nos pudimos llevar la pasta que nos sobro sin cocinar en un tupper (ojo, que no lo pedimos nosotras ni dijimos que era para el perro, nos ofrecieron los tuppers ellos, vamos, práctica habitual y glamourosa), nos pudimos quitar los delantales, nos dieron una copa de vino y nos sentimos más cerca que nunca de Arguinano, os recomiendo la experiencia.
¿Alguien sabe si hay algo similar en España?

Lara Jones

P.S. El enlace para Recipease es: http://www.jamieoliver.com/recipease/index.html

P.S. (2) Mil perdones a todos los lectores por la no actualizacion del jueves. Blogger tuvo problemas tecnicos y no pudimos acceder.
Mil gracias al Mery of Style (mary1975.blogs.elle.es) por dejar una nota en su blog sobre la situacion.

10/5/11

El gatito Jones

Llevo toda una vida quejándome de lo pesada que es mi madre: preguntando que si me he muerto (no, estaba dormida, pero no te preocupes que ya no); buscándome por toda la casa, como si me fuese a fugar de ese lugar donde el alojamiento y la comida es gratis sin ser un albergue para mendigos; controlando lo que como, como si una patata frita desembocase en infarto y saltarse una comida en truco de magia terminado en desaparición; persiguiendo con Frenadol tras cada estornudo;   tapándome (cuando era pequeña y ahora) y esperándome despierta cuando salgo no sea que me rapten, me asesinen, me violenten o me perviertan (que yo ya le he dicho que en cualquiera de esas improbables circunstancias siempre será mejor que la pillen bien dormida y despejada porque si no no hay quien se entere de la película).
El caso es que ahora lo comprendo. ¿He tenido un niño? No, he adoptado un gato. Y a estas alturas:
v  Le busco incesantemente por si se tira por la ventana, aunque teniendo en cuenta que para subir a la cama escala por el edredón, no tengo muy claro cómo va a ingeniárselas para llegar al alfeizar.
v  Le despierto por la noche para comprobar que sigue con vida. Si medio mundo tiene problemas para pegar ojo, mi gato los tiene para despegarlos.
v  Desenchufo todo al salir de casa, aunque es altamente más probable que me electrocute yo que que se electrocute él.
v  Compruebo lo que come y en mitad de la preocupación por su masticación, he descubierto que todavía tiene dientes de leche y que es un gato trendy con tendencias vegetarianas: le gustan las patatas, los champiñones y el cola cao.
El gatito Jones ha llegado para cazar al ratoncito Jones

v  Me preocupo por su higiene y, de hecho, estoy pensando seriamente en darle un curso de cómo lavarse la tripa y detrás de las orejas, dos puntos del cuerpo que parece que no identifica como suyos. Lo que no he decidido todavía es si ponerle un DVD y jugármela a que se dedique a contar el gotele del techo o tumbarme yo en la alfombra y hacerle una demostración en vivo (igual lo grabo y luego vendo el video que seguro que hay un filón).
v  Me aseguro de que juega aunque no me guste mucho su pasión por usar mis bolsos de trinchera, que todas mis gomas del pelo hayan desaparecido sin dejar rastro, que mi manta de pelos le parezca un rascador y que muestre sin tapujos su claro parentesco con la cabra montesa.
El caso es que pese a todas las preocupaciones, estoy feliz como un regaliz y oh, Milagro! Empiezo a entender a las madres del mundo (y hasta las miro con ternura) y hasta estoy dejando de pensar que los niños son un producto diseñado para romper mi paz interior en mis breves momento Zen.
¿Me estare haciendo mayor?

Lara Jones


5/5/11

Caperucita Roja

Reconozco que de Caperucita Roja, desde pequeña,  lo único que me gustaba era la capa roja y la cestita (hasta que me di cuenta de que Caperucita no tenía coche e iba deslomada por el bosque con una cesta inmanejable que probablemente pesaba como un plomo). Mientras la abuelita ligaba en el hogar del pensionista y la mamá leía con devoción el Hola y veía a Ana Rosa Quintana, ella, bosque arriba, bosque abajo, con un chaleco reflectante rojo, no sea que el lobo se entretuviese echando mantequilla al pan de sándwich en el que se la iba a merendar y no la localizase fácilmente después.
Pero todo cambio cuando vi la critica nefasta de la película Caperucita Roja. Y es que no hay nada como poner las palabras ‘historia de amor’ y ‘final predecible’ en la misma frase para que la ñoña que hay en mi empiece a ronronear: por fin un final potencialmente feliz! Con las horas de lobby que yo paso conmigo misma pensando en la categorización de las películas por edades y nivel de depresión del final.
Así que rauda y veloz, llegue al cine pare encontrarme solo buenas señales: los únicos  hombres que había o eran gays o estaban ensimismados con su iPhone viendo las noticias de la guerra de Libia, los resultados del partido de ayer o a las mama chichos 20 años después; las chicas que había ni pestañeaban y, lo mejor, una super fan le había robado los lazos del pelo a su hermana pequeña y, ahí estaba, con coleta estilo Grease llena de lazos rojos haciendo averiguaciones de última hora sobre dónde comprar una capa a juego (porque Zara de momento no ha copiado el estilismo, pero queda menos). Definitivamente estaba en el lugar adecuado.
Nada como una capa roja con bolso a juego

Y que tal me fue? Pues divinamente: se me paso el trauma de mis botas de nieve Wellington después de ver los pantuflos que llevaba caperucita; tuve un catarro psicológico cuando vi a todo el casting entre nieve en manga corta y sin bufanda (si es que soy más blandita); me encantó el drama de matrimonio concertado / madre infiel (pero que vidas más interesantes tienen algunas familias, por Dios, y todo esto hechos unos zorros, con ropa de limpieza dudosa); me enamoré del chico malo (para variar) y hasta me dio tiempo a hacer la lista de la compra (que no se me olvide la leche de soja, por favor).
Así pues, ha llegado el momento de confirmar al mundo mi reconciliación con Caperucita! Ha bastado poner un galán en el cuento, un matrimonio concertado, un amor imposible, una madre infiel con mechas perfectas (sin las mechas la peli pierde puntos), un lobo misterioso, unos pololos siglo XV, el asesinato de media aldea, un mata-brujas salido del tribunal de la inquisición, un par de negros de dos metros (que yo me pregunto cómo llegaron de África a ese bosque con un perfecto acento estándar del telediario de la 5), un cura salido de Cuéntame y unas tomas panorámicas que solo los americanos saben hacer porque su think big es aplicable a todo para dar carpetazo a anos de desencuentros con la historia.
Si es que soy super fácil de complacer…
Alguien más ha visto la peli?
Lara Jones

3/5/11

La boda real segun Lara Jones

Mi mente científica disfrutó como una enana la boda de Kate y William. Y es que fue toda una sesión de descubrimientos cómodamente sentada en un pub y acompañada de un séquito a la altura de las circunstancias, con los ojos secos de no pestañear y conectadas con España, no fuese que se nos pasase algún detalle.
Asi que al más puro estilo leyes de Newton o teoría de la relatividad, pero sin nombre oficial, paso a enunciar mis descubrimientos:
v  Casar a William no solo era una cuestión de estado sino de urgencia. Un par de años más y el brillo de su calva haría cualquier ceremonia no retransmisible por televisiones con el ajuste de brillo-contraste tal y como hoy las conocemos. De hecho, el cura astutamente cerro el negocio en los 5 primeros minutos de ceremonia para evitar arrepentimientos, mudas de pelo o alergias de última hora.
v  Lo que yo pensaba que era producto de la imaginación de Walt Disney, es en realidad el traje de boda estándar: chaqueta con detalles en dorado del color mas criminal y que menos favorezca para el caballero. Todo un test para la novia: si no sobrevive a eso es que realmente no quería ser princesa. Kate, querida, te queda todavía el capitulo falda escocesa.
v  La casa real también compra en Ikea y, de hecho, William pensó que estaba ensamblando mentalmente un armario de tres puertas con la llave estándar (enroscar en sentido de las agujas del reloj, no al revés que se nos desarma el invento), mientras le ponía a Kate el anillo. Evidentemente, ademas del Kama Sutra,  hay mas formas de combinar destornilladores y sangre azul en la misma frase.
v  Kate supero con nota la prueba más dura de la boda: bajar del coche estilo taxi británico que la llevó a la iglesia sin hacer sentadillas, poner el culo en pompa, necesitar impulso (o peor, que la empujaran), darse un cabezazo, perder los pendientes, el velo, la dignidad o la sonrisa, como nos pasa al resto. Intuyo que tamaña destreza solo se adquiere a base de duro entrenamiento y días interminables de ensayo. Y es que habría quedado feo caerse patas arriba al mas puro estilo Lady Gaga delante de todo el país.
Kate y William, claramente con mas pelo que en la vida real

v  La reina echo toda la carne en el asador para la boda de su nieto. El amarillo pollo horroroso que lucía no tiene otra explicación. Y justo cuando parecía que no podía empeorar, veo entre los asistentes dos señoras más con ese estilismo. Está todavía por confirmar si eran de la escolta real y pretendían despistar a terroristas potenciales o si las terroristas eran ellas atentando contra el buen gusto y tuvieron que ser desalojadas por los Geos.
v  Harry desciende de una estirpe de granjeros ilustres. Solo así se explica que con traje de gala llevase andares de leñador, que en el altar tuviese el baile de San Vito y que aun así nos pareciese encantadora su sonrisa cheeky.
Y ademas y sin bullet point dedicado: el hermano de la novia tenía una belleza entre abstracta e incomprensible (nos decepcionó a todas), Victoria Beckham se calzo 20 cm de tacón para ahogar su frustración por llevar un saco puesto, Máxima de Holanda llevaba un turbante que me tiene loca (junto con la jequesa de no sé donde que también lo lució la semana pasada), Belén Esteban esta que no cabe en sí de gozo porque el vestido de Kate es parecido al suyo y yo vi a la reina Sofía salir de Buckingham en coche y me hizo mucha ilusión.
Y ahora que hagan el favor de procrear, que no puedo esperar 8 años más para hacer un post sobre sus churumbeles.

¿Tú qué crees? ¿Tendré que esperar otros ocho años?