30/6/11

Popurri de desastres

Todas y cada una de las semanas hago propósito de enmienda y me prometo a mi misma mejorar mis procesos para hacerme inmune a los desastres. Y todas y cada una de las semanas me ocurren desastres nuevos. Los de esta semana:
v  Me despierto con lo que me parece un zafiro que una pitonisa egipcia me intenta clavar en la cadera en mitad de lo que yo diría es un ritual del amor y la suerte, conjurando a los habitantes del mas allá. Cuando por fin vuelvo a la consciencia y a Londres 2011, me doy cuenta de que lo que en realidad se me está clavando es el tanga. Y no solo es que es mucho menos glamouroso, es que de todos los sitios donde se me ocurre que se te puede clavar el tanga, este es uno de los más inexplicables.
v  Llego a la clase de spinning, hago mis estiramientos antes de empezar y justo cuando todo el mundo está casi convencido de que soy una autentica profesional noto que algo en las zapatillas no va bien. Me recoloco el calcetín un número de veces suficiente como para que el de la bici de al lado piense que me está saliendo un sexto dedo o un espolón al que me estoy adaptando con esfuerzo. Y es después de la vigésimo quinta vez cuando me doy cuenta de que lo que me molesta es un protector que me he dejado por error en uno de los dedos. ¿Como carajo retira una semejante ordinariez sin quitarse el calcetín ni compartir con el mundo la información? Con mucho cuidadito.
v  Estoy a punto de salir corriendo de casa, cojo la bolsa de la basura y İsorpresa! Caen 100 gusanos vivitos y coleando. Miro al gatito Jones con cara sospechosa y él me devuelve la mirada con cara de pio pio que yo no he sido. Dos cosas han sido confirmadas. Una por experiencia: los gusanos sobreviven a la lejía, tú posiblemente; no así que la próxima vez buscare una alternativa mas letal. Otra por el veterinario: los gusanitos son los efectos secundarios de las pulgas que mate el mes pasado. Una especie de castigo de Dios, de María de la O, en versión moderna y sin caracolillo.
Justo cuando yo estoy como una flor viene un abeja en forma de desastre a molestarme

v  El mundo se confabula contra mí y justo cuando mas necesito los inventos tecnológicos más me dejan tirada: la batería de un portátil no funciona, el otro se niega a reconocer el micrófono y yo me acabo encontrando como el hombre invisible en versión muda en una conversación de Skype que me encantaría escuchar a hurtadillas salvo por el hecho de que solo somos dos en ella y yo no puedo hablar. ¿Hola??? ¿Hoooolaaaaa? Como echo de menos los tiempos de boli Bic, Bic, Bic, Bic, Bic...
v  Voy a médico de nuevo. Esta vez porque me preocupa haber acogido en mi seno algun gusano, pulga o el protagonista del siguiente capítulo de animales indeseables en mi vida. El médico me mira con ternura mientras duda si darme un anti-parásitos o un vale descuento para un centro de día de hipocondriacos anónimos donde pueda compartir con otras personas con mi condición mis experiencias. Y yo la verdad es que salgo de la consulta como unas pascuas. Ya somos dos felices: yo porque no tengo ninguna enfermedad terminal causada por parásitos gatunos y el médico por sus propias razones que su cara de chiste dejaba entrever.
¿Algún desastre divertido que compartir?

Lara Jones
P.S. Disculpas por el retraso publicando.

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28/6/11

Cotilleos mix verano 2011 (I)

Lo reconozco: me gusta de vez en cuando ver las revistas de cotilleo. Las leo ávidamente y muy deprisa (porque no me crece lo suficientemente rápido el pelo como para ir mas veces) en la peluquería y echo de menos la revista de los sábados en mi casa. Porque aunque, evidentemente, yo en público solo discuto sobre las leyes de Maxwell y el rescate de Fondo Monetario Internacional a Grecia, en privado, estoy disfrutando como una enana de todas las noticias que he podido recopilar por los Interneses. Y es que resulta que:
v  David Bisbal y Elena Tablada han roto. La verdad es que yo nunca creí que fuesen pareja de verdad, no se muy bien si porque ella me parece fabricada por Famosa, en versión Bratz con sobredosis de botox o porque a el me lo imagino hablando con la vecina de enfrente y a ella con el universo de al lado. Rosy Runrun decía que él estaba triste. Yo también lo estaría si me tocasen los millones. Como no los tengo, solo me tocarían las narices, así que lo que estaría es enfadada.
v  La princesa Letizia y Kate Middleton aparecen como ejemplos de elegancia y no es que yo le tenga manía a la realeza (de hecho me encanta Máxima de Holanda) es que con Letizia no paro de preguntarme si la de la foto es la versión de verdad o la de cera y con Kate, a veces me da la impresión de que soy la única que ha notado que intenta ostensiblemente disimular la falta de pecho llevando cazuelas estilo anos 60 debajo de todos y cada uno de los modelitos, dando un toque Escarlata O’Hara (no mujer coraje, sino mujer encorsetada) que yo no creo que acabe de favorecer.
v  Alejandra Prat está embarazada por tercera vez. Y la verdad es que me da esperanza: soltera eterna empezó a salir con su marido y se caso en 6 meses. Como se que somos un ejército en soltería permanente y no quiero que cunda el pánico, cojamos numero como en la pescadería y charlemos del resto de los cotilleos mientras esperamos. Eso sí, İme pido primer!
La prensa que yo leo, o casi

v  Piqué sale con Shakira, que ya sé que es una noticia vieja, pero yo todavía no me he recuperado. Chicos de 20: cuidado. Estoy re-evaluando mis prioridades e igual sigo el ejemplo de Shakira (10 años mayor que él) y İme lanzo a por la década de los 90!
Y ademas Penélope Cruz sigue embutida en una braga faja hasta las orejas (yo voto porque se la quite), Nadal y Xisca siguen tan serios como cada verano (todo el mundo ronroneando en la playa y ellos siempre llevan cara de enfadados), Rosario Mohedano se ha embarazado y casado, por este orden (he perdido la cuenta de los niños y los novios, la única que llevo es la de los matrimonios), se me ha casado un Medina (¿nos rifamos al otro? ) y seguro que han nacido dos millones de niños mas, pero yo he filtrado esa información elegantemente y me he quedado con la última pelea de GH, que como toda la población española, no lo veo, pero se me los nombres de todos los concursantes de todas las ediciones.

¿Algún cotilleo suculento más para añadir a la lista?

Lara Jones

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23/6/11

La princesita

Tantos años de jugar a las princesas (de pequeña, de mayor y entre medias) me han dejado algunas secuelas que aunque no me harán pasar la prueba del guisante (no es que no note un guisante, que es que probablemente tampoco notaría la pelota de Pilates grande), la del zapato de cenicienta (¿cómo voy a llevar un zapato de cristal puesto si rompo aproximadamente 6 copas al mes, la mayoría mientras no las uso?), ni la de la torre (el champú de pelo fino hace milagros pero no como para que alguien escale por mis trenzas) me sitúan como una clara candidata al trono. Claro que desde que Fiona la de Shrek e Internet aparecieron en nuestras vidas, ha habido algunos cambios y yo, elegantemente, he adaptado mi comportamiento a ellos:
v 
Yo soy la princesita que se bajo del coche en Ascot y mantuvo la compostura andando en mitad del fango, sin dar un traspiés, caerme de culo ni subirme a caballito en la espalda del primer desconocido que apareciese. Y también la que al volver al parking se puso unas zapatillas y movió todas las vallas porque mi real coche no podía salir por esas arenas movedizas.
v  También soy la princesita que, corriendo por el parque, se paraba delante de todos los charcos a coger impulso y saltaba tal cual lo haría Victoria Beckham (manos en alto, uñas apuntando todavía más alto, de puntillas y con cuidadito). Y la que volvió a casa llena de barro, orgullosa con un jugador de rugby y disfrutándolo como el niño del anuncio de Ariel (si, el que dan ganas de tirarlo y comprar uno nuevo en lugar de lavarlo).
v  Y  soy la princesita que decidió poner la fruta en una bandeja de tres plantas de té, porque, aunque no está científicamente demostrado, yo libero endorfinas cuando la veo y eso me ayuda a controlar el envejecimiento prematuro. Y la que va a toda pastilla por el super y firmaría para obligar a las personas que lo utilizan como  centro de ocio a usar señalización adecuada y situarse siempre en el carril lento (los castigos por incumplimiento no los he decidido pero creo que la Inquisición me podría dar alguna buena idea).
El mejor candidato a principe hasta el momento

v  También soy la princesita que apunta tímidamente con manicura perfecta en la carta del restaurante. Y la que horas antes uso la punta de esos mismos dedos para amenazar con un destornillador a la cómoda de Ikea.
v  Y soy también la princesita que salta hasta el techo si ve una cucaracha y hay alguien en las inmediaciones en el que delegar la gratificante tarea de deshacerse de ella. Y la que se ríe como la bruja de Blanca nieves mientras fumiga la casa y reconoce los cadáveres de todos esos animales de 8 patas en adelante.

Y aunque ahora ya no me valga mi traje rosa con estrellas de princesa, creo que mi comportamiento real y mi experiencia como reina de mi casa, me colocan como una fantástica candidata al trono, a la espera solo de que Prince Charming encuentre mi zapato, trepe la torre, compre los guisantes congelados de Frudesa y me despierte con el primer beso de amor (si, la Bella durmiente es mi favorita: ni nota guisantes, ni usa sus trenzas ni parece que los zapatos se le rompan o le hagan daño).

¿Alguna princesita más leyéndome?

Lara Jones

21/6/11

Que Asco...t


Reconozco que a veces necesito un antídoto a la vida diaria. Y es entonces cuando decido cortejar a mi pamela y llevarla a sitios bonitos. Asi que este año, para cambiar el fondo de las fotos, me decidí por Ascot. Desde la distancia y según los periódicos todo un antro de perversión de elegancia y refinamiento, al aire libre. ¿Se podía pedir más? Pues si, a poder ser una crítica objetiva.

Porque si omitimos las señales que durante días estuve recibiendo, al más puro estilo Harry Potter, y que decidí obviar, como que el tren estuviese lleno de bombines (¿pero no tienen coche de gasolina, de caballos o nave volante?) o que hubiese una pelea el día anterior (¿esta no era la nacionalidad del saber estar?) hay unos cuantos hechos que hicieron que permaneciese allí un total de hora y media y que acabase prefiriendo ver un partido de futbol en la sección de Hooligans, en el momento de estampamiento de botellas en las cabezas disponibles en los alrededores que quedarme allí.

Y es que bajarse del coche fue todo un reto. No tanto por nuestros altísimos tacones sino porque a nadie se le ocurrió que podría llover. Total que tuvimos que ir parking (campo) a través hasta el recinto, clavando nuestros tacones cuando podíamos en el barro (el resto del tiempo fue una mezcla de Aterriza como Puedas y patinaje artístico). Llegar a la entrada y descubrir horrorizadas los picnics que había por todas parte con las sillas de plástico blancas del Carrefour (las de 5 por 2 euros) al más puro estilo familia choni el playa fue decepcionante. Pero lo que de verdad casi nos causó un infarto no fue ni que hubiese alguna chica que pasease descalza entre el barro, ni que la gente se trajese la caja de fresas de Tesco (con el plástico y la etiqueta incluida) y la aparcase al lado del Moet ni que algunos espontáneos se pusiesen bolsas transparentes de plástico encima por si llovía, ni que los hombres pareciesen decididos a poner a prueba nuestra elegancia ocupando los poquísimos pasillos con algún tipo de pavimento. Lo peor fue cuando pensando que estábamos pisando en uno de estos pasillos, İnos hundimos en el fango! Y ese fue el momento. Como en las películas románticas en las que una mirada marca un antes y un después, nuestra toma de contacto con el barro, metido hasta el talón de los zapatos, inicio la retirada. Porque al final, las carreras eran entretenidas pero estábamos rodeadas de chicas chillonas aderezadas con panelas y taconazos cubiertos de fango (quien diga que los ingleses son silenciosos que se pase por Ibiza o en su defecto por Ascot), el horizonte se cubría de sillas de Carrefour, no alcanzábamos a ver más de medio metro por delante nuestro porque un pequeño descuido y desapareceríamos en este campo de arenas movedizas, y como llegamos por la tarde, el personal ya estaba tan borracho que la única diferencia con los hooligans de pura cepa era el bombín.

Lo bonito de las fotos es que te puedes perder los detalles


Asi que, sintiéndolo mucho por los ingleses, punto positivo para los partidos de polo y las regatas de Henley y punto super negativo para Ascot, porque por mucho que se llame Royal, le pirrie a la Reina y, posiblemente, Harry (mi Harry) estuviese por allí no hay ni una sola libra de la entrada que no merezca ser reclamada por fraude, peligro para la salud pública, daños materiales, daños emocionales y, en general, por haberme obligado a declarar mi tarde y mi outfit zona catastrófica.
Lara Jones

16/6/11

La vida moderna me mata

Estoy a punto de demandar a todos los gurús de la tecnología y la vida moderna: Bill Gates, Steve Jobs y un par de ellos más que no conozco pero que seguro que tienen alguna relación con las incomodidades de mi vida. Y es que hay unos cuantos asuntos que su trabajo y esfuerzo me podría resolver que me sacan de mis casillas:
v  Que el portátil no me lea la mente. Es que ni sabe cuando quiero que este encendido, se va a dormir sin preguntar ni dar las buenas noches y, encima, cuando busco una archivo, en lugar de leerme la mente como las PA de Miranda en el Diablo viste de Prada que con la indicación de ‘el papel ese’ eran capaces de encontrar la cómoda del siglo XVIII, tengo que darle instrucciones claras y concisas, cuando no recuerdo la fecha, ni del título y, a veces, en realidad, de lo único que me acuerdo es de los colores. Bill, İuna solución quiero!
v  Que pierda consistentemente dentro de casa  las llaves, la tarjeta de transporte, los maquillajes, el esmalte de unas (justo cuando tengo un desconchón y no tengo stock de ese color) y las tarjetas en general, sobre todo si estoy en una situación de vida o muerte. ¿Puede alguien ponerles un vibrador como el del móvil y un número de teléfono al que pueda llamarlas?
Mi mejor intento de soborno al portail: una pena que no le gusten las flores

v  Que el coche siga aparcado justo donde le deje. ¿No me puede venir a buscar? Es que la mezcla de toda una infancia viendo el Coche Fantástico y dolor de pies que me sugieren llevarlos en la cabeza como llevan las africanas los cantaros de agua, me está llevando a fantasías de lo más alocadas.
v  La inexistencia de un bolso virtual más allá de la película de Mary Poppins. Porque, si metes todo lo que puedes llegar a necesitar, necesitas a la caravana de los reyes magos con pajecillos y todo para que lo trasladen ,y si te dejas algo, justo ese es el día en el que lo necesitas. Porque a mí personalmente no se me cae nunca un botón de la chaqueta hasta que tengo una reunión importante y entonces, no sé si es por la tensión o por timidez, pero salen todos despavoridos cuando yo por supuesto no llevo mi costurero de viaje. Y digo yo que si hay servidores virtuales que no están en tu portátil pero es como si estuvieran, podían hacerme un paquetito de snacks, maquillajes, juguetes electrónicos, agendas y básicos (llaves y tarjeta transporte) y ponérmelo en el bolso a discreción según lo vaya necesitando y lo podemos llamar ‘servidora virtual’ que está muy en línea con el servicio que ofrece. Estoy segura de que a los informáticos les gustara la novia que les he creado para sus juguetes.
v  Las distancias actuales y, la verdad, es que no se si la solución es comprimirnos a todos como la Game Boy Pocket (como me gustaba ese anuncio, Dios mío) o invertir en tele transporte, pero sinceramente, puedo resignarme a no estar en dos sitios a la vez (aunque lo veo como una barrera humana de lo mas deleznable) pero ¿qué me dices de que la distancia entre dos puntos en la misma ciudad sea una hora? Y encima o atascada o compartiendo tu metro cuadrado vital con otras 25 personas, la mitad de ellas sin duchar. ¿Es o no es inhumano? Solicito una acampada en Sol para esta causa YA!

Asi que si el amigo de un amigo de alguno de vosotros conoce a alguien que me pueda ayudar, yo estoy dispuesta a desquiciar a los ingenieros con mis ideas y luego compartir los beneficios de toda esta funcionalidad de gama alta que me gustaría introducir en mi vida con el resto de la humanidad.

Lara Jones

14/6/11

5 comidas que los ingleses envidiarian

Hay un montón de cosas que mis padres no esperan de mí. En algunas tienen razón, como mi participación en Gran hermano, que está descartada, no solo porque posiblemente no sea lo suficientemente inteligente (aunque los hechos digan lo contrario parece ser que la mayoría son semi superdotados) sino porque yo en la soledad de la noche en lugar de hacer edredoning, duermo y eso no ayuda a la audiencia. En otras, la vida les está sorprendiendo agradablemente, sobre todo en cuanto a comida se refiere. Y es que después de toda una vida rehuyendo de las comidas más tradicionales (excluyendo las lentejas, el cocido y 4 platos más de cuchara) echo de menos:

v  Las croquetas, de las que siempre me pareció que la bechamel era víctima de una conspiración en la que el pollo le quitaba el glamour y la fritura la remataba. Como solidaridad con ella y, sobre todo, porque se me hacían bola, decidí no comerlas en casa y negarme a pedirlas en los bares (¿soy yo o la mayoría son de las de Hacendado congeladas?).  Ahora me pirrian.


v  La tortilla de patata con la que atesoro un trauma psicológico labrado en mi más tierna infancia cuando mi prima y yo pasamos un verano juntas y cenamos tortilla de patatas todas y cada una de las noches. 20 años en España no curaron la herida. Un año y medio en Inglaterra y me muero por una tortilla.


v  La sopa de pollo, de la que he llegado a la conclusión que es la versión prehistórica del agua con sabor a limón pero con tropezones. Por mucho que siempre me haya parecido una comida inconsistente, de preparación anti-glamour (¿alguien ha visto el look triste que tiene cuando está a mitad de cocción, con la pata de pollo y sin fideos?) y sosa, ahora me muero por la sopa de mi madre
Da gloria solo de verlo
.

v  La patatas fritas, que salvo las de McDonald’s (lo sé, lo sé, afortunadamente mi vida ultra sana me mantiene alejada de esos antros de perversión), jamás de han gustado. No sé si es que si se enfrían se quedan como chicle, el sabor en sí mismo o que no me parece que combinen con nada pero que no se puedan comer solas, pero sinceramente, patatas, nunca os amenazare con freíros. Ahora, cuando voy a casa, necesito una dosis ultra crujiente de mi Mama Jones.


v  La pasta, porque salvo en billetes de 50, o con unos profiteroles de postre que me ayuden a digerirla, me parece un elemento poco amigable. No sé si es porque la salsa siempre acaba en mi pechera o en mis bigotes, pero supongo que el elemento ‘no sin mi Crystal White’ enturbia la relación. Cuando no soy yo la que lavo, curiosamente, la cosa cambia.


v  Las sardinas, las mismas que me enviaron a urgencias porque una de sus conocidísimas y grandísimas espinas se me clavo en la garganta y porque mi miedo a morir joven y bella claramente me indico que intervención médica era necesaria.  Entre ese día y el día que mi hermana y yo fuimos a urgencias porque  llevo unos tacones imposibles el día anterior y se le agarrotaron los dedos, arrancamos sonrisas cada vez que nos ven por los pasillos. Desde que me he reconciliado con ellas los médicos de UK tiemblan.


Asi que mi madre está encantada ahora que puede ensayar para abuela conmigo diciendo ‘anda, hija, que te veo muy delgada’ mientras yo me relamo y ronroneo. Una pena que su único nieto maulle.

Lara Jones


9/6/11

Lara Jones version maternal v.1.0

Algunas de mis amigas se casan este año y muchas ya se han casado. Todas en cualquier caso piensan en tener niños a corto plazo. Y claro, por mucho que yo me sienta como Campanilla (me faltan las alas pero las encontrare), me ha hecho analizar mi experiencia como madre (del gatito Jones, of course). Y la verdad es que tengo que decir que no está siendo un camino de rosas:
v  El gatito Jones y yo tenemos los horarios cambiados. Yo me levanto a las 6 de la mañana y el a las 11 de la noche con lo cual se pasa toda la madrugada o maullando o mordiéndome los pies porque a esas horas hasta los moquitos andan descansando. Tanto los mosquitos como yo no podemos con nuestra vida.
v  Aunque me lo vendieron como un horno autolimpiable (cero mantenimiento) resulta que todavía no se ha dado cuenta de que la tripa también le pertenece y de hecho tiene que lavársela. Afortunadamente el veterinario me ha dicho que no se les puede ensenar, porque yo ya me veía con una pata en la cabeza, tumbada en la alfombra, intentando lavarme el tobillo y, por supuesto, documentándolo y poniéndole el DVD todas las noches para reforzar el conocimiento.

El bano: ese lugar de culto para el gatito Jones

v  Tiene antepasados rumanos. De hecho, siente tal pasión por el cobre que a estas alturas se ha comido los cables de los headphones, los casos del iPod (2 veces), el cargador del móvil (lo que desemboco en la segunda mayor crisis hasta el momento) y el cargador del router, que ha sido la crisis por excelencia y ha resultado en 3 días incomunicada porque el conector no era estándar, el router que me vendieron en la tienda de electrónica no funcionaba, las paredes de mi casa no dejan que me conecte con un stick de Internet y lo peor, un tipo en la tienda me dijo que en realidad el cable tenia arreglo mientras me miraba desdeñosamente. Su caridad cristiana no le dio como para arreglármelo y la mía no me dio como para perdonarle.
v  Nos peleamos por el ordenador. Concretamente, yo por teclear y el por dormir en el teclado. Innumerables las veces que me ha cambiado la configuración con las patas o lo ha bloqueado metiendo la contraseña equivocada a base de zarpazos.
v  Ha chapoteado en la bañera (se lanzo en plancha por error cuando se me bloqueo el desagüe) y sospecho que también en el váter. Solo así se explica que en lugar de saltar, escale al más puro estilo morsa invalida, con la misma elegancia que yo subiendo del agua a una zodiac (poca, que en entornos secos donde la tolerancia a la torpeza es nula seria ninguna).
v  Acaba de pasar corriendo con lo que parecían los cordones de mis sandalias blancas en la boca… Brrrrrrr!!
Pero aun así me encanta llegar a casa y que se despanzurre en la alfombra de la emoción de que llegue la estrella protagonista de su vida (İYo!!!), me ronronee mientras vemos una película, me busque si desaparezco y me conteste cuando le hablo y se estire cuando está dormido super a gusto en mi regazo.
Asi que pese a las ojeras, la inversión en cables, los momentos de ‘no me pises el suelo con esas patas mojadas’ y la humillación de preguntarle al veterinario por la probabilidad de éxito de mis clases particulares de auto-lavado, İrepetiría la experiencia! İEl gatito Jones es adorable!
Lara Jones

7/6/11

Estudio de mercado: buscar casa vs novio

Soy la orgullosa propietaria de un minucioso estudio de mercado cuya única conclusión es que lo mas parecido a buscar casa es buscar novio. Y es que dos semanas de búsqueda enérgica de un dulce hogar para la familia Jones (Lara + gatito) han fructificado en las siguientes similitudes:
v  Goteras y humedades, que aparecen tanto en las casas como en hombres. Lo malo de las goteras en edad adulta es que son metafóricas y nunca sabes por donde te vas a mojar los pies. Y yo, por mucho que acabe de descubrir los quita-mohos (primera vez que tengo hongos fuera del pan Bimbo), no me siento con fuerzas para deshumificar y pulverizar ninguna de estas dos cuestiones.
Las casas americanas que tambien dan en las fotos

v  Parches que van desde suelos que te hablan en chino (los pobrecitos echan de menos su país de origen y la fábrica de plásticos de la que proceden) hasta azulejos fingidos pintados sobre cemento (y no solo no te regalan esa casa en ruinas, sino que te hacen pagar por ella) pasando por una amplia gama de puertas pintadas posiblemente con los dedos porque si no tanto goterón no se explica y cocinas de antes de la guerra (seguro que por ser del siglo XVIII literalmente, las apellidan ‘victorianas’, ‘georgianas’ o algo acabado en ‘ana’ y pasan de ser la porquería que estas deseando madrugar y tirarla a ser ‘tu tesoro’). En el genero humano los apaños cutrelux son de lo más creativos, siempre requieren reformas y ,al contrario que en las casas, por mucho que inviertas posiblemente no tenga solución porque al final, como dice mi madre, la cabra siempre tira al monte.
v  Malas ventilaciones, porque ese fantástico bajo soleado es en realidad un semisótano al que le entra un rayo de sol al más puro estilo Marcelino pan y vino, pero sin bendiciones celestiales; del amplio dormitorio se les olvido decir que no tiene ventanas y del jardín omitieron que acaban de desalojar a un campamento de rumanos pero las tiendas de campana siguen ahí (que aquí lo llaman ‘Shed’ y sirven para guardar mucha porquería y alguna herramienta jamás usada).
v  Las distancias aproximadas que hacen que 10 minutos del metro sean en realidad 20 a velocidad marcha y 35 a velocidad escaparate y que el sistema métrico sea diferente para los hombres y las mujeres en medidas inferiores a un metro. Ni que decir tiene que las distancias indicadas por los hombre como ‘es un paseo’ nos sugieren que acabaremos con los pies en la cabeza y los tacones en la mano, las de ‘en la esquina’ siempre nos hacen preguntarnos si se refieren a esta ciudad o a algún pueblo de la periferia, y de las distancias cortas es que ni hablamos, porque a mí, por muy mal que calcule aparcando, algunas cuentas siguen sin salirme ni metro en mano.
Asi que parafraseando ‘Fama’ y completando la información que se les olvido darnos: ‘la fama cuesta’ y encontrar novio o casa también. Ojala el gatito Jones y yo encontremos una pronto.

Lara Jones

2/6/11

Punto G

No sé si a los hombres les interesa el punto G pero Cosmopolitan desde luego no solo no ha parado de hablar de el sino que lo ha ilustrado con todo tipo de información, como si del mapa del Tesoro se tratase. Yo por mi parte, antes de seguir las instrucciones y ponerme a hacer sentadillas, el pino puente y un par de piruetas que me ganaran un lugar en las olimpiadas del 2012 para encontrar sus coordenadas exactas (referenciadas al meridiano cero) y rellenar paginas y paginas con perfiles geográficos, información geopolítica  y fronteriza e hitos históricos al más puro estilo asignatura de historia del colegio (muchas fechas, algunas batallas y relativamente poca información útil) he decidido retar a los datos recopilados hasta el momento, no sea que después de un par de horas de ejercicios gimnásticos, saltos de pértiga y demás exploraciones descubra que los mapas estaban equivocados y al contrario de Colon, no solo no hay un continente entre medias para salvarme y ganarme la gloria sino que estoy lejisisimos del objetivo.
Y hasta ahora estos son mis  hallazgos:
v  Descarto la posibilidad de que sea un punto fijo, porque cuando tengo idiotas / pesados / tipos desagradables delante la única forma que se me ocurre de placer es hacer una seña a mis amigas y huir despavoridas tan rápido como nos den las piernas. Conclusión: no siempre está en el mismo sitio y, de hecho, es posible que no siempre este en mi cuerpo.
v  Si es un punto móvil, es muy posible que reproduzca el comportamiento de las aves migratorias: se va de vacaciones en cuenta no le gusta la temperatura, la humedad o el entorno se vuelve hostil. Posiblemente le gusten los climas templados a una distancia de entre dos o tres horas en avión y las vacaciones al estilo español: mes entero.

v  Es asustadizo y se espanta fácilmente. Hay tantas cosas que le horrorizan: los hombres feos, el mal aliento, el olor a humanidad del tren (hay que ver la de gente que no pasa ni la revisión anual ni la ITV personal), el olor de la comida de los mercados callejeros…
v  Es todo un caballero: no me molesta cuando estoy con mis placeres adultos (chocolate negro fundamentalmente), cuando tengo sueño (todas las noches y muchas mañanas), si tengo hambre o tengo gula (mas chocolate, please), mientras estoy de misión especial critica (o sea, de compras) y en aproximadamente 2 billones mas de situaciones que aguanta estoicamente sin rechistar.
v  No se pone enfermo: nunca le he odio toser, estornudar o sonarse la nariz. Garganta, oídos y ojos, ¿vais a comisión con Bayer o es que tenéis mucho que aprender?
v  Es muy práctico: al contrario que la mayoría de las partes de mi cuerpo, no requiere mantenimiento, ni tratamientos de belleza, según Cosmopolitan no tiene pelos (y según yo si los tuviese yo ya los habría encontrado y eliminado eficazmente), no hay que maquillarlo y desmaquillarlo, no requiere accesorios, ni tiene gustos caros y, por muy mal que este por la mañana, tiene la decencia de no dejarme que lo vea (al contrario que mis pelos que no solo están presentes sino de punta).
Y tras todo este estudio detallado y sistemático, solo se me ocurre una parte del cuerpo que sigue mis órdenes religiosamente, no lo veo, a veces esta missing (y en algunas ocasiones mientras estoy consciente y debería estar ocupada en alguna concienzuda tarea intelectual), se rige por altos estándares, me deja mi espacio y cuidar de  mis necesidades básicas (gula de chocolate, spinning y dormir fundamentalmente), no requiere mantenimiento (como los hornos autolimpiables) y nunca está de baja. ¿Seguro que el punto G no está en la cabeza?
Lara Jones

P.D. Me podrias dejar un comentario con vuestro post favorito? Necesito enviar un articulo a una publicacion y no se por cual decidirme.

Gracias!