27/9/11

Lara costurera

Si hay algo que siempre me ha aterrado es levantarme un día con la voz de la abuelita de caperucita justo antes de convertirse en lobo (lo de para comerte mejor todavía lo oigo con cierta frecuencia gracias a Dios) diciendo ‘hijita’, encontrar que me ha crecido un moño en la coronilla (versión Amy Winehouse con flora y fauna autóctona o versión abuela de Fabada Asturiana) o verme ronroneando ante la compra de una falda negra a media pierna con delantal, que mucha gente pensara que es para bailar muñeiras pero que para mí es una avanzadilla de los dientes por perder, los rulos por crecer y las arrugas por criar.

Y siempre he temido que algunas compras, como las agujas de hacer punto, que clarifico utilizo para desatascar el fregadero, viniesen cargadas de estos extras, igual que los anuncios de tele tienda que empiezan vendiéndote un edredón y acabas con una cama, una tele y un novio  de regalo por el fascinante precio de €29.95 más gastos de envió (¿funcionara la tele? y lo que es más importante, ¿funcionara el novio?).
 
El caso es que durante las fases de definición, análisis y ejecución de la compra de mi máquina de coser la idea parecía creada por L’Oreal (porque yo lo valgo). Sin embargo, fue llegar a casa y todos los pensamientos glamourosos al respecto se desvanecieron, pasando de imaginarme como la Bella Durmiente pinchándome con la aguja (cosa que he hecho reiteradamente mas por incompetencia que por impaciencia para dormirme y que me despierte el príncipe) a la madrastra de Blancanieves, que no recuerdo que tuviera máquina de coser pero sospecho que de alguna manera tejía sus maldades.
 
Y la verdad es que la cosa no mejoro cuando me leí las instrucciones, saltándome meticulosamente las líneas pares para darme cuenta, después de atascar, desmontar y montar la maquina 3 veces, de que igual las líneas pares tenían una razón de ser mas allá de duplicar mi tiempo de lectura.

La cantidad de tragedias que se desencadenan cuando pasas a la siguiente pantalla
 
A estas alturas, con tiritas en los dedos (¿alguien se ha parado a pensar lo difícil que es escribir cuando no te sientes las puntas?), un montón de hilos sobre la mesa semi digeridos por el gatito Jones que corrió en mi auxilio pero en algún punto del proceso decidió que los hilos estaban mejor en su esófago que en la bobina(donde va a parar) el orgullo de haber enhebrado la maquina y haber honrado a la abeja maya cosiendo una camisa de prueba en amarillo y negro (¿por que se empeñan los fabricantes en incluir colores de hilo a favor de todas las supersticiones negativas europeas?) tengo que decir que se ha desencadenado una tragedia mas.
 
De acuerdo con diversas fuentes (básicamente You_Tube que es como yo aprendí a planchar, lavar y limpiar la alfombra) los bajos de los pantalones van con puntada ciega, que curiosamente no implica que yo tenga que enhebrar la aguja con el hilo de una caña de pescar (ya me veía comprando la revista Hilo y Sedal y transportando dolorosamente a casa el regalo del mes: gusanos de cebo) sino que tengo que desarrollar un conjunto de habilidades que, de acuerdo, con mis instrucciones implican darle a un botón y, de acuerdo con mi experiencia, incluyen frustración, pensamientos negativos, altas dosis de chocolate para contrarrestarlos (alguien debería advertir que las maquinas de coser son malas para el colesterol), terapia de grupo y negación de la realidad (no, no y no, lo que veo no es un hilo amarillo asomando, es todo producto de mi imaginación).

Asi que aquí estoy, en Madrid esperando audiencia con mi madre que no solo tiene máquina de coser pero no lleva  falda de muñeira, ni moño ni dice hijita sino que es capaz de dar puntadas invisibles sin que se le desconchen las uñas, se le mueva la raya del ojo o yo, su hija favorita (hermanísima, muerete de envidia) lo haya notado nunca.

Lara Jones

Blog de la semana:   Hermanas Bolena (hermanasbolena.blogspot.com)

Una de las grandes creaciones del ano es el blog de las Hermanas Bolena. No solo porque me tienen cada semana esperando sus entrevistas (entre las entrevistadas que son super divertidas y sus propios comentarios la espera merece la pena) sino porque me fui una semana de vacaciones y cuando volvi me encontre con queme habia perdido una serie completa de posts sobre zapatos!!!

Moda y diversion que te haran por una vez contar las horas y no precisamente para llegar al fin de semana!