25/1/11

Lost in translation

De todos los ‘false friends’ que me enseñaron en el cole que podía encontrarme en inglés, se les olvidó uno: banana. Y es que, palabra versátil donde las haya, ha generado una de las situaciones más absurdas de mi vida.
Cuando una se muda a Londres, con las almohadas de Ikea en el maletero (con el tiempo descubres que hay también almohadas de espuma con memoria que tienen la ventaja indiscutible de no dañarte irreversiblemente ninguna vertebra)  y un vocabulario ‘excelente’ se da cuenta de que le cuesta aproximadamente tres semanas pillar el ‘Do you want any bags?’ en el super o mi favorita ‘Club card’ (de Tesco, no de clubs privados, que empezamos a fantasear y perdemos el hilo) pero mantiene la esperanza de hablar como la reina madre en 6 meses.
Un año después, ya entiendes ‘ Tesco Club card’, ‘Nectar card’, ‘Boots card’ y cualquier otro sistema de recompensa que incluya descuentos en cosméticos. Entre medias, el ‘lost in translation’ a veces se transforma en ‘lost without solution’ (traducción libre, of course). Y ahí es donde yo me posiciono porque si no:
·         ¿Cómo es posible que no sea capaz de hacer repetir a alguien su nombre solo porque no quiero reconocer que no fui al cole el día que dieron la lección de ‘nombres indios comunes’?
·         ¿Cómo es posible que me pasase días intentando descifrar el de la nueva chica de tele sales pese a que se pasa 8 horas al día llamando por teléfono y presentándose a nuevos clientes?
·         ¿Cómo llegue yo a la conclusión de que se llamaba nada menos que  Banana?
·         ¿Cómo conseguí auto convencerme de que la conclusión era correcta por muy indio que fuese el nombre?
·         ¿Y como conseguí de un total de 5 letras del nombre real contra 6 de banana acertar solo una? Solo lo habría hecho peor si mi único acierto hubiese sido donde tiene la tilde.
Quien me iba a mi a decir que este no era el nombre de mi compi

Aun así tengo que agradecer:
·         Al cielo que no tuviese que presentársela a nadie. Imagínate llamarla Banana en público por mi bien que sonase dentro de mi cabeza;
·         A la secretaria por mandarnos la lista actualizada de empleados y sacarme de la oscuridad;  
·         A los ingleses por ser tan cosmopolitas y considerar como tal, nombres que definitivamente no entran en mi cabeza o por lo menos no por los oídos;
·         Y a mi madre, por su paciencia.

3 comentarios:

  1. El ratoncito colorado26 de enero de 2011, 22:36

    Te ha faltado la Virgen de la Regla o la que corresponda a tu jurisdicción londinense

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  2. Jajajajajajajajajjaj!!! Me encantaaaaaa!!! Mrs. Banana... Cómo no?

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  3. Lo peor de mis posts es que son veridicos.

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