28/4/11

24 horas para la boda

Nos casamos mañana. Todo Londres y parte del extranjero. Y es que con los mismos nervios que una novia, estoy por aplicar a un anillo de pedida versión real (llevado por Diana y todo que así cuando lo subaste valdrá mucho más).
Pero las lista de aplicantes es larga y si no, no hay más que ver que en Tesco los ramos de flores son del color de la bandera, las cajas de galletas llevan la estampa de la pareja y Victoria Beckham esta en crisis porque tras ocho tediosos años de espera cultivando el look insecto palo justo la tienen que pillar embarazada de 6 meses (su look más chupachups pero con la bola en medio).
¿Y qué me dices del cocinero? En pleno ataque de nervios decidió ahorrarse años de terapia y optar por servir comida de pub: salchichas con puré de patata, roast beef (que les podrán dos mini lonchas y 2 millones de patatas por comensal, como acostumbran) y de postre fresas con nata. Lo que viene a ser dos estrellas Michelon. Una por la cantidad de mantequilla que utilizaran y otra por cocina experimental (porque es todo un experimento ponerle esa comida a las casas reales europeas, ¿sobrevivirán?).

Y mientras aplicamos y no aplicamos (junto con las entradas de las olimpiadas y las de Wimbledon), todas las mujeres de la ciudad andamos pendientes de encontrar un pub donde ver toda la ceremonia. Y es que no solo están disgustadas las invitadas que tienen que ir a la Iglesia a las 8 de la mañana (a alguna la veo haciéndose el maquillaje dentro del templo, como hacen muchas en la metro) sino el resto de la humanidad porque los pubs no abren hasta las 11. 3 horas de desfile de zapatos perdidas a menos que decidamos acampar en un parque, que va a ser que no, porque si los mosquitos que me entran por la ventana en casa me desestabilizan emocionalmente, lo de dormir en una tienda de campaña probablemente me mate.
Y luego está la gran pregunta: ¿qué me pongo? No es que Waity Katie, que probablemente ha despejado la coronilla de su futuro marido a base de tirarse y tirarle de los pelos de tanto esperar a que el pipiolo de decidiera, me vaya a ver, pero ¿que lleva una a una fiesta de boda en la calle? İEs que todos y cada uno de los manuales de estilo se saltan este evento! Y mira que han tenido tiempo para prepararlo.
Asi que abandonada por Vogue a mi suerte, absuelta de comer puré de patata (¿será de Maggi?), sin pantalla gigante donde ver los detalles de los zapatos y con empacho de decoración azul, roja y blanca, me quedan 24 horas para elegir desde donde ver la ceremonia.
Por supuesto lo contare todo, fidedigna y objetivamente, como siempre hago al más puro estilo Lara Jones.

26/4/11

Todo lo que echo de menos

Me encanta volver a casa por navidad, como el Almendro; por semana santa, como las procesiones; y en verano, como las olas de calor y casi con los mismos efectos destructivos, que yo defino como llenar la casa de vida y mi madre lo compara mas con Atila, que por donde pasaba no volvía a crecer la hierba.
Y me gusta, no solo porque desafía las leyes de la lógica (yo tardo menos de Londres a Madrid que mis padres de Madrid al aeropuerto), sino porque me recuerda todas las cosas buenas que echo de menos:
v  Que me miren a los ojos abiertamente, porque se me quita la impresión de que soy parte de la decoración y, algunas veces, hasta el hipo.
v  El chocolate con churros, las torrijas, la leche frita y cualquier otra merienda que se moje en el café, se pueda tomar en una terracita y cuyas manchas salgan con Kalia Oxyaction Crystal White.
Madrid, Madrid, Madrid

v  Las cocinas de más de un metro cuadrado, con taaaanto espacio para acumular mis cacharritos y jugar a las cocinitas.
v  Los chinos, porque tienen de todo, a cualquier hora y en todas las esquinas. No mas penurias buscando coladores, enhebra agujas y botones.
v  La política de desratización, que tanto tiempo me ha mantenido en la oscuridad de cómo cazar ratones y que tantas satisfacciones me dan.
v  Abrir una revista y poder cotillear abiertamente porque se de quien hablan. Bienvenido placer de ir a la peluquería, İte echaba de menos!
v  Abrir el armario y encontrarme 2 millones de prendas por las que yo no he pagado. Mi hermana las compra minuciosamente en mi ausencia y yo me las pruebo minuciosamente a hurtadillas mientras ella duerme, zapatos incluidos. Si se entera… criaturita…
v  La siesta, con pijama, calcetines  y dos horas por delante después de un cocido montañés.
v  El ‘o sea’, ‘sabes’ y ‘vale’, el ‘no me digas ya mas nada’, ‘me tienes muerta’ y  ‘no puedo con mi vida’ para los que no tengo traducción en ingles y que arrastrando las eses al estilo madrileño saben mejor. Es que cuecen y enriquecen.
Y que me mimen full time 24x7 con backup y todo. Ni me canso, ni me empalaga. İSimplemente me encanta!
Lara Jones

21/4/11

Soy igualita que una vaca

Una de mis fantasías mas glamourosas siempre ha sido parecerme a los inteligentes delfines, correr elegantemente como un caballo (no poco un pato), ir vestida como un tigre (todo el tiempo a la ultima con su animal print) y cantar como un canario.
Por circunstancias del destino, me he dado cuenta que en realidad al animal que me parezco más es a una vaca. Repasemos los hechos:
v  El sistema digestivo de la vaca tiene 4 estómagos. Toma, como yo: el súper, la sartén, el plato y yo misma.
v  Para producir un litro de leche la vaca debe consumir dos litros de agua. Pues también como yo, que para producir 8 horas de trabajo necesito 8 de sueño y otras 8 entre comidas, acicalamiento, spinning y ocio.
v  Una vaca produce 115 libras de estiércol al día. Y yo! Entre el embalaje de los yogures, el cartón de leche, la caja de la crema, la cascara del plátano, las mondas de la naranja, la bandeja de la carne, ¿sigo?
v  Una vaca adulta tiene 8 dientes. Una Lara anciana probablemente también.

v  Hay una amplia variedad de especies: la vaca americana, la europea,  la vaca suiza y la vaca de Milka. Estas dos últimas son razas compartidas con el género humano, con mayor incidencia los años en los que el violeta el es IT de la temporada.
v  Suelen llevar un cencerro para su localización rápida cuando salen a pastar. Yo suelo llevar un móvil para que todo el mundo me localice cuando yo más concentrada estoy en perderme.
Así que, creo que voy a rumiar un par de problemas antes de salir a pastar. Espero que el ‘grass’ sea ‘greener’ y yo acabe siendo la ‘vaca tan salada que da leche merengada’.

19/4/11

Citas, vosotras y yo somos incompatibles

Todos tenemos un set de situaciones en las que estamos como pez en el agua (como ir de compras, un dos tres, responda otra vez) y otras en las que estamos como un pulpo en un garaje (el metro no cuenta porque eso es mas momento sardina, que se parece pero no es lo mismo).
Repasando minuciosamente la cita de una de mis amigas con su nuevo amor, me he dado cuenta de que las cenas románticas y yo no somos compatibles. Formamos parte de un coctel para el desastre que solo alejan a mis dedos de su fantasía de emparejarse con un diamante de por vida (porque un diamante es para siempre divorcio o no divorcio mediante).
¿Y cuáles son los elementos más desestabilizadores de mi paz interior en las citas románticas? Atención a la lista:
v  La falta de luz. Yo es que soy como lo girasoles, si no hay mucha luz agacho la cabeza, me pongo mustia y me quedo como Shakira en sus twenties ‘torpe, ciega y sordomuda’.
v  Las velas, no solo por el alto riesgo de incendio (vaya numero tener que apagar las llamas del mantel) sino porque me deslumbran y me acaba pareciendo que estoy en una sesión de espiritismo con Rappel y puedo ver el aura iluminadora del visitante de ultratumba, pero no su cara.
Rosas, esos grandes estabilizadores emocionales

v  Las copas altas que lejos de traducirse en elegancia a la vez que sencillez para mí se traducen más en energía cinética incremental o lo que es lo mismo, cuanto más alta es la copa más posibilidades hay de que la tire y más lejos llegara el vino, que será primorosamente absorbido por la alfombra.
v  Compartir postre, porque soy egoísta como yo sola y el momento Magnum (‘es mío, solo mío’) marcó un antes y un después en mi vida. ¿No podemos compartir la ensalada en lugar del brownie?
v  Pasar por una puerta: no porque tenga que haber muérdagos bendiciendo la unión al más puro estilo navidad Americana sino porque con estos músculos que Dios me ha dado, tiendo a quedarme hecha un sándwich o en su defecto pasar de lado como un cangrejo en mi intento más elegante de no perder ni la dignidad ni la vida, salvo que salga con un verdadero gentleman que vaya abriéndome todas las puertas. El problema es que solo sabes que no es un gentleman cuando ves tu muerte muy próxima.
v  El momento ‘bueno que me voy’, que siempre me lleva a malos pensamientos tanto si me acompañan a casa como si no. La pobre criaturita no creo que tenga ninguna posibilidad de sumar puntos con ninguna de las dos opciones salvo que me acompañe a casa literalmente y no se me intente colar en casa como un polizón salvo previa autorización escrita.
Así que aquí estoy super ocupada pensando como mitigar todos y cada uno de ellos para la próxima cita.
¿Algun consejo?

P.S. Agradecimiento especial a Mery of Style por comenzar su blog de ayer hablando de mi.
Visitad el blog de esta estilosa canaria! No os podeis perder sus estilismos!

http://mary1975.blogs.elle.es/
Lara Jones

14/4/11

Ya es primavera en UK

Ya es primavera en Harrods y probablemente también en el Corte Ingles (nota mental, buscar el anuncio en YouTube). ¿Y que pasa en primavera? Los almendros florecen (el de mi ventana ya está generando trafico de abejas y abejorros así que yo voy a ver si creo tráfico de aerosoles en el alfeizar y este año me libro de vivir en la jungla pero con moqueta), hace sol (incluso aquí), hay luz mas allá de las cuatro de la tarde, hace mas calorcito (15 grados en lugar de -5) y las inglesas cambian de look:
v  Las faldas cortas se aderezan ahora con animal print, que sería super glamouroso si no fuese porque es el resultado de un error de cálculo con el autobronceador que ha terminado en una tragedia al más puro estilo estampado de cebra sobre piel humana.
v  Las sandalias salen a la calle, y las dueñas las van siguiendo. El movimiento es más o menos como el de las palomas, que siempre llevan la cabeza 3 dedos por delante, pero en este caso son las sandalias las que van de avanzadilla. Y es que las altas temperaturas pillaron a todas las mujeres desprevenidas y no pudieron ensayar en casa antes de salir a la calle con su nueva adquisición.
Estamos floreciendo!

v  Las prendas de abrigo se quedan en casa, incluido el sujetador. Y es que en UK los deben de hacer forrados de borreguito por dentro a juzgar por el número de féminas que vi ayer sin él. Si es que hay partes del cuerpo que como tengas calor por ellas, es que no puedes con tu vida…
v  El moño despeinado triunfa. Es salir un rayo de sol y todo el país se vuelca con la versión despelujada de Marge Simpson que con unos mini short, unas super piernas y una ‘attitude’ como dicen aquí es lo mas. No se puede decir lo mismo si llevas alforjas, piel de naranja y cara de ‘fuck u’.
v  Los hombres optan por las chanclas, que yo personalmente preferiría que utilizasen para moverse por el gym porque hay que ver la cantidad de gente que se pasea descalza por todos y cada uno de los rincones. Que solo les falta el mando a distancia y la cerveza y estarían en su casa. Solo espero que usar chanclas en abril no desemboque en extender al gym al resto de la ciudad para Agosto porque no sé si podre sobrevivir a verlos  todos descalzos por la calle.
v  Los estampados toman las calles y las inglesas los veneran. Una pena que yo en general no me lleve bien con ellos porque con la densidad que hay por metro cuadrado y todas las desgracias visuales que se pueden crear con una mala combinación de florecitas y tonos pastel igual voy a tener que darme al Prozac para superar la temporada.
Y por último, los mini shorts, los vestiditos veraniegos, los pañuelos de colores,  las sandalias híper altas y los bolsos a juego toman mi armario y en mi cabeza solo cabe el emoticono del matasuegras. Junto con las inglesas, yo también me siento florecer, solo que yo lo hago al estilo continental.
Lara Jones

12/4/11

5 hábitos alimenticios ingleses que me matan

Como mudarse a Inglaterra es toda una experiencia y yo me pase los primeros meses más perdida que una paraguaya, he pensando que un pequeño resumen periódico de algunas facetas de la vida en la isla (que es casi como la de Supervivientes solo que aquí tenemos agua potable y mas ropa, aunque no signifique que los habitantes la lleven puesta) puede ayudar a muchas almas cándidas e inocentes en sus primeros meses. Así que esta semana empezamos por hábitos ‘alimenticios’:
1.       Les gusta tomar el café solos (con o sin leche).  Y es que la máquina de café nunca se sintió más sola ni mas desinformada, recibiendo visitas unipersonales con cuentagotas que como media se llevan 5 cafés. Adiós al canal informativo interno más importante de la economía española: si un ingles pregunta si te apetece un café, no te está invitando a una sesión de cotilleo privada, te está literalmente llevando el café a tu mesa.
El cafe nunca volvera a ser lo mismo

2.       La fruta en el super se pesa en caja. Adiós a esos agradables momentos dudando del tipo de manzanas que estas pesando, de esas ocasiones (todas en mi caso) en las que se te queda en ticket pegado a los dedos, de la batalla para despegarlo y que no se ‘arrejunte’ con el jersey antes de llegar a su destino final (la bolsa), a reimprimir porque aquello con las pelusas del jersey ya no pega. Aviso navegantes para las cajas automáticas: cuidado con poner el bolso por error porque se llega a pesos en toneladas en segundos por pequeños despistes.
3.       Las cucharitas se comparten. Así, sin notificación escrita ni nada. Si alguien  en la oficina prepara un café para el resto (que estarán sentaditos en silencio en su escritorio), no solo revolverá todos los cafés con la misma cucharita sino que la dejara en un vaso con agua para su reutilización. Porque el reciclado se puede aplicar a todas las facetas de nuestra vida.
4.       Comer sándwiches no es un castigo de Dios sino un regalo del cielo y forma parte de la comida oficial de mediodía: sándwich, patatas fritas y refresco.  Lejos de ser la señal de que tienes más trabajo del que puedes abarcar, esta bomba de relojería para tu sistema cardiaco no solo arranca ronroneos sino que provoca intercambios copiosos de información como  ‘los sándwiches del deli TAL son mucho mejores…’. No me digas… Espera que tomo nota.
5.       Ikea cuenta como restaurante para recomendar. Yo no sé si reaccionan peor ante el estrés de la batalla de ir a Ikea y pelearse con otras parejas para probar un sofá, abrir todos y cada uno de los armarios, explorar nuevas soluciones organizativas para las bufandas (mi parte favorita) y ser atropellados por 20 niños (ya encontré el atajo que hace que me salte esa sección, mis pies están super agradecidos) y eso les cambia el paladar o si de verdad, si estuvieran en su casa lejos de condiciones extremas elegirían algo del menú de Ikea para comer (excluyendo mesas y sofás). El caso es que no es la primera vez que me recomiendan ir a Ikea a comer albóndigas. Si mi madre se enterase…
A mí me parecieron todas bastante sorprendentes. ¿Cual es tu favorita?
Lara Jones

7/4/11

One of those days

Algunos días es mejor quedarse en la cama. Y algunas semanas directamente te preguntas si no hay ninguna plaza de hibernación en alguna cueva con algún oso como Jackie y Nuca pero en versión ibérica. Para muestra un botón:
v  Salgo de casa y me encuentro una multa. Según el sacrificado señor de la hora, es que no he aparcado bien entre las rayas de la plaza. Pero señor mío, ¿como se puede aparcar un Smart fuera de las rayas?
v  Pido un café para relajarme. No sé si es que le tengo un poco de manía a Starbucks, si me pase con la canela, si es que mi compañero me estaba poniendo de los nervios o si la cafeína me llego a la sangre antes que a los labios pero acabo como una moto.
Gracias senor Bayer, de verdad que aprecio su trabajo

v  Mi compi, banana no, otra se acatarra y decide venir a  la oficina. En estos momentos sus virus y yo estamos sellando nuestro amor con decimas de fiebre y dolor de garganta. Con la cantidad de rescues para animales que hay en Londres y tiene que venir ella con su camada a la ofi.
v  Mis stilettos favoritos deciden que hemos pasado muy buenos momentos juntos, que no soy yo sino ellos, pero que nuestras vidas deben tomar caminos separados. Se me parte el corazón. Les pido que no me dejen. Lloro y pataleo. ¿Que voy a hacer yo sin ellos? ¿Quien me va a hacer sonreír por las mañanas? ¿Quien va a dar todo por mí para que yo vaya como una reina? ¿Quien me va a hacer sentir guapa y glamourosa? ¿Quien va a estar para lo bueno y para lo malo? ¿Quien me va a acompañar al médico, me va a llevar al trabajo, va a venir a hacer la compra sin rechistar y se va a apuntar a las drinks de después del trabajo?
v  Me levanto por la mañana y veo algo raro. Mido 10 centímetros mas que peinada (normal), tengo cara de hoy_no_me_puedo_levantar (normal), quiero cantar maquillaje de mecano y mi cara me hace los coros (normal), media hora después parezco una rata ahogada (normal, solo me falta el secador), tengo un parpado con una colina en la mitad (¿pero quién ha dado permiso para que edifiquen allí?). Total que el resto de mi grooming mañanero transcurre en repeticiones positivas (tengo los dos parpados iguales, sin inflamaciones, orzuelos ni ningún elemento de desestabilización emocional), intentos varios de cobertura (que difícil es poner sombra cuando hay irregularidades severas), pintura a mano alzada en condiciones en contra (evidentemente la carretera de Santo Toribio de Liébana acaba siendo más recta que mi raya) y unas cuantas respiraciones y mas y mas repeticiones positivas.
Y claro, en vista de que no hay plazas libres he decidido hacer terapia de grupo. Paso 1: compartir experiencias. ¿Me cuentas las tuyas?
Lara Jones

5/4/11

Por fin me salen las cuentas

Mi profesor de matemáticas del colegio estaba equivocado. Y llego a esta conclusión en la plenitud de mi vida, que debe de ser cuando llegas al momento de iluminación y discernimiento como Platón y Aristóteles pero con los labios de Dior Addict y desde la sombra, como corresponde al nublado Londres.
Resolvamos pues un problema para demostrarlo:
El coche A sale de Madrid y viaja a 100 km durante 500 Km en dirección Valencia. ¿Cuánto tarda en llegar?
v  Según mi profesor de matemáticas del colegio:

Tiempo = Distancia / velocidad = 5 horas

v  Según la Dirección General de Tráfico, a 100 km por hora velocidad constante te has saltado por lo menos un par de radares, mas uno móvil. Así que a la formula hay que añadirle placentero momento de recoger la multita.

Tiempo = Distancia / velocidad + multa = 5.4  horas + 200 euros
Echamos humo por las orejas del esfuerzo mental

v  Según yo, tengo que parar cada media hora a tomarme un café o un batido a partir del quinto.

  Tiempo = Distancia / velocidad + 1 café cada media hora = 2 dias

v  Según mi hermana, que es un poco fitipaldi,  ella ha leído en algún sitio que ir a 100 no solo está prohibido sino que no es nada cool. El IT de la temporada son 120 y si puede ser en dos ruedas (y no me refiero en moto) mejor.

Tiempo = Distancia / velocidad IT de la temporada = 4 horas


v  Según mi padre, seguro que coge la carretera de Andalucía por error y se da cuenta a los 100 km o en el peor de los casos llegando a la Alhambra así que no solo tiene que  avanzar sino retroceder, que merendar, pagar la multa y tomarse un segundo café en la séptima hora.

Tiempo = (Distancia inicial + 200 km) / velocidad + multa + café + merienda = 8.5h

v  Según Google, el enunciado está mal. De Madrid a Valencia hay 355 km así que o bien el coche respeta los limites de tráfico y tarda realmente 5 horas o bien a las 3 horas y 55 minutos entra en el mar. El tiempo de nado de los 145 km restantes varía según la pericia del conductor.

Tiempo = (Distancia-145 km) / velocidad + 145 km a nado = 22 horas

v  Según los usuarios de Google, como no parecía que el coche iba a Valencia, decidieron irse a Vigo a comer una mariscada.

Tiempo = Distancia a Vigo / velocidad = 7 horas

Y claro, yo me pregunto: ¿Es que ya no se puede confiar en las ciencias exactas?
Lara Jones