Desde el día que yo nací, en aquellos oscuros años en los que la gente escribía cartas, llamaba desde cabinas, usaba mapas o İpeor! preguntaba a los viandantes y tenia enciclopedias y no Wikipedia, hemos pasado por lo que los expertos llamarían una transformación del mundo de la información y yo llamaría una transformación emocional a golpe de bit. Porque a todos estos inventos yo les podría dedicar una canción llamada ‘lo que tú me haces sentir’. Por consejo de la hermanísima Jones, que sabe a lo que se enfrenta, he decidido simplemente hacer otra de mis listas y salvar al mundo del diluvio universal, porque sabe Dios qué tipo de tretas utilizarían algunos para ser la pareja humana que embarcase en el Arca de Noé o en la nave espacial de Sir Branson, el dueño de Virgin, que es la versión digital actual.
Y repasando los inventos modernos, esto es lo que yo les diría que me hacen sentir y las canciones que les pondría para no tener que cantar yo (me lo agradeceréis, hacedme caso):
1. Whatsapp: si no tengo mensajes pienso ‘¿nadie me quiere?’ y luego ‘İnadie me quiere! Y si me los mandan, entonces pienso no solo que hay alguien que no puede vivir sin mí (que se que es auto-engañarme, pero me sirve para desquitarme del ‘Nadie me quiere’)sino que me apoyo en una pared con mi pose más sensual y canto como loca ‘desátame o ven y apriétame más’ al más puro estilo Mónica Naranjo pero con voz de jilguero constipado.
2. GPS: ese invento que me lleva por este orden, por el atasco mas grande, el camino más largo, la carretera mas modificada y el sitio por donde menos cobertura hay. Y encima cuando me equivoco y se cansa de recalcular, se venga de mí dejándome de hablar. Pimpinela le iría de lujo: İolvida mi nombre y pega la puerta!
Mas y mas retos... |
3. Wikipedia o ese gran invento que todo lo sabe. Aunque los vendedores de enciclopedias no puedan estar más en desacuerdo, no solo ha salvado el mundo del analfabetismo si no a los vendedores de la tortura de ir puerta por puerta vendiendo esas dos toneladas de libros que solo se utilizaban como peso muerto para que el superglue pegase bien. Su canción es de la gran Salome: desde que llegaste ya no vivo llorando, vivo cantando, vivo cantando, İhey!
4. El email personal: que es ese gran cubo donde me llegan todos los mail no relacionados con trabajo o con el blog. Si me llega un mail, se me ilumina la cara. Y si no me llega, le pongo una vela a santo Groupon para que me envié alguno de esos descuentos que no solo no miro nunca si no que nunca uso. Su canción: Si no existieras yo te inventaría… De Luis Miguel. No tanto por el componente pasional sino porque, ¿que haría yo sin él? Empobrecerme sin descuentos y no recibir nunca las notificaciones de Facebook.
5. Mi móvil, o ese invento travieso al que le encanta jugar al escondite, suena cuando está en el fondo del bolso pero no encima de la mesa, y deja de sonar cuando lo he perdido y le llamo. Y solo le puedo decir: you make me this, make me that make me move like a freak. Mr. Saxobeat para el.
¿Que le cantarías tu a tus juguetes tecnológicos? ¿Amor, desamor o enfado?
Espero que alguien me diga que les cantaría ‘don’t wanna miss a thing’ de Aerosmith y también que me explique con que artilugio porque yo todavía estoy esperando al amor de mi vida tecnológico.
Lara Jones