Las cenas en Inglaterra son esos momentos de reunión donde uno se da cuenta
de las diferencias culturales. No solo porque los españoles aliñamos la
ensalada con aceita y vinagre y ellos con algo que se llama ‘aliño de ensaladas’
(cero nivel de conocimiento se necesita para manipular los productos ingleses);
sino por la larga lista de comida ‘no comestible’ en las mentes inglesas. Y es
que en un país donde la carne siempre tiene forma de filete, no tiene ni patas
ni cabezas; el pescado no tiene ojos y las gambas no tienen ni cascara ni bigotes,
el momento explicación de cómo hacer un caldo de pescado con la cabeza y la
espina de un pez es para ser grabado. Como se enfrentarían ellos al momento paella,
con todo ese pescado lleno de cabezas, aletas, patas y bigotes (casi lo mismo
que el metro ahora que lo pienso, incluido el olor)?
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El
caso es que en un país donde el 90% de los hombres menores de 70 años adoran
McDonalds sobre todas las cosas, hay unos cuantos hábitos alimenticios que a mí,
que a estas alturas ya he visto de todo, todavía hacen que se me levante la
ceja como en ‘Quiere ser millonario’ pero sin premio:
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Las
ensaladas suelen tener entre 400 y 800 calorías. No hay más que ver las comidas
de 15 minutos de Jamie Oliver, casi 700 calorías la ensalada de ayer porque
como no les gusta comer verde entre la carne, el queso, los frutos secos, la mayonesa
y demás aliños el resultado era el mismo que una doble cheeseburger con patatas
grandes.
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El
pescado habitualmente no se toca y definitivamente ni se pela ni se trocea. De
hecho, los adultos todavía consideran comer fish fingers un acto saludable y,
en su defecto, el bacalao con los 5 kilos de empanado. El salmón y el atún son
platos para sibaritas y el resto de los pescados son una rareza difícil de encontrar.
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Las
patatas fritas de bolsa son el postre de comida laboral por excelencia. De
hecho, en los supermercados el pack de comida de mediodía es un sándwich, una
bebida y una bolsa de patatas. Entre las burbujas, la mayonesa y las patatas,
la verdad es que mucho de saludable no te queda.
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Un
postre sin tarta no es postre. Y es que si en muchos restaurantes de menú del día,
las tartas que ofrecen están alineadas con los objetivos de Sanidad de reducir
el nivel de colesterol de los españoles (penita da ver a algunas), los ingleses
no pueden terminar de comer si su trozo de tarta. No tarta de Santiago, no
tarta al Whiskey, sino más bien la tarta con todo el azúcar glaseado, la crema,
la mantequilla y demás ingredientes inventados para ayudar a las tiendas de
tallas grandes a cubrir objetivo a base de engordar a la población.
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La
cara de susto cuando explicas que las sopas con un hueso de jamón quedan mejor
son para ser grabadas y colgadas en Youtube. Un hueso? Pero si lo hierves no
vuelca el contenido del hueso con todo ese… contenido del hueso y queda asi
como… si el hueso se hubiera desparramado? Criaturitas…. Cuando no saben que la
sopa lleva hueso ni rechistan… Me da a mi que en su mente, el hueso y el
bandiblue están hecho del mismo material.
Y la conclusión final de la cena fue, por supuesto, que si invitas a un
ingles a cenar, le compres una hamburguesa de McDonalds que probablemente será muy
feliz y tu comas a dos carrillos tu sopa con hueso, ensalada con aceite y
vinagre, tu pescado con espinas y de postre, fruta o yogur como en el cole.
Lara Jones
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