He
llegado a la conclusión de que los hombres son gatos de talla XXL con
capacidades vocales suficientes para hablar un idioma y en algunos casos
incluso dos. Al igual que el gatito Jones, si fuera por ellos solo comerían, dormirían
y jugarían (los juegos, a gusto de la imaginación del lector) pero al contrario
que mi entrañable minino, que técnicamente es un proxeneta que vive a mi costa
a cambio de ronroneos ocasionales, la mayoría tienen que trabajar para ganarse
las galletas.
El caso
es que no deja de sorprenderme todas esas características que les diferencian
de nosotras y les hacen unicos:
·
No distinguen los colores. Yo este fin de semana llevaba un vestido
coral y cuando me quise dar cuenta estaba siendo comparada con una niña en un
vestido rojo porque ‘vais del mismo color’. Me sentí como en la secuencia del
Diablo Viste de Prada, donde están comparando dos cinturones que a la
protagonista le parecen iguales y la estilista le dice ‘son taaaan diferentes’.
Evidentemente me ahorre la explicación.
·
Andan a zancadas y muy rápido. No solo es que nosotras tengamos
limitada la velocidad máxima como las ‘fregonetas’ a 80 cuando vamos en tacones
por el riesgo de vuelco, sino que incluso en planos, comparadas con ellos
parecemos muñecas chinas, dando millones de pasitos super pequeños para cubrir
un paso de los suyos.
·
La ley de la gravedad no les afecta. Y no es que no se les caigan las
carnes, que se les caen, y si no, no hay más que coger como ejemplo cualquier
abuelo con tatuajes en la playa sino que realmente a ellos las cosas no les
pesan! Debe de ser que la gravedad se multiplica con nosotras porque, cuando
nosotras estamos en posición de arrastrar una caja y empujarla con la cadera si
es necesario porque no hay quien la levante, ahí están ellos, levantándola con
las dos manos y sin despeinarse.
·
Necesitan sentirse el macho de la manada, y mientras en una excursión
tu miras con recelo el puente semi-derruido al estilo Indiana Jones y buscas
caminos alternativos, porque caerte al rio tiene que ser doloroso, húmedo y muy
frio, ellos te tienden la mano para que intentes atravesarlo. Yo, personalmente
prefiero dejarles ahí, en su momento ‘Yo Tarzan, tu Chita’ y hacer un examen de
lengua española, que por mucho de odiase los análisis léxicos, semánticos y demás
variantes, me sigue pareciendo mejor opción que una muerte segura.
·
Sus habilidades logísticas son escasas. Porque mientras que para
nosotras cualquier salida implica contestar a un montón de preguntas, empezando
por que zapatos me pongo, ellos te dicen tan frescos que para el sitio sorpresa
donde vas puedes llevar zapatos ‘normales’ (yo es que de esos, justamente no
tengo) pero que se puedan meter por el barro (pues eso, que no tengo). Debería
llevar Hunters? Mujer, que exagerada, si solo es un poquito de barro. Si, señores,
debería haberlas llevado.
Me he
dejado alguna cualidad sorprendente del Homo Machus?
Lara Jones
Amiga Lara!! te voy a confesar, yo he vivido rodeada de homo machus... y lo único que tengo claro es que cuando dicen: no me pasa nada, todo bien, es que no les pasa nada, todo bien!! cosa que en mi cabeza no entra, porque sieeeeeempre pasa algo!!
ResponderEliminarPero es que o ellos son muy básicos (cosa que incluso envidio) o nosotras muy complicadas o incluso las dos cosas.
Sea como sea, andan muy deprisa, cargan sin esfuerzo (y me refiero a cajas y otros menesteres) les encanta ser Macho Alfa, y en principio no tienen ni idea de que son las Hunter, totalmente cierto!!!
Pero... qué aburrido sería el mundo sin ellos!!
Pasa un genial día guapa!
Las dos primeras mi marido es un experto en ellas, lo de los colores ya ni me molesto y lo de dar zancadas es su forma de andar habitual. Totalmente de acuerdo con este post.
ResponderEliminar