El mundo ya no es lo que era. Hace unos años el hombre del tiempo hacia su predicción y que fuese lo que Dios quisiese; ahora, te dicen que empieza a llover a las 10:53 y empieza a llover exactamente a esa hora sin un minuto de retraso. Antes, íbamos sin cinturones de seguridad en el coche (porque no los había, evidentemente), jugábamos en la calle y hasta los profesores nos regañaban. Ahora, te abrochas el cinturón hasta fuera del coche, juegas en casa y solo en las zonas acolchadas y si un profesor regaña a un niño, que se atenga a las consecuencias (el profesor, por supuesto). Y antes, cuando te decían que algo iba a ir mal, iba mal. Ahora organizan las olimpiadas en Londres, nos dicen que mejor evitemos el transporte público y resulta que, no solo funciona, sino que mucho mejor que antes y con menos gente.
Todo esto para decir que como no hay grandes catástrofes que reportar, casi que Lara Jones se va de vacaciones hasta Septiembre pero no sin antes explicar todo lo que aprendí viendo la competición olímpica de gimnasia rítmica en vivo y en directo:
· Los soldados ingleses son como el príncipe William antes de quedarse calvo. Unos auténticos bombones. Alguna ventaja tenía que tener que la empresa de seguridad de las Olimpiadas la liase parda y tuviesen que desplegar al ejército.
· Las colas de seguridad de dos horas solo existen en los aeropuertos cuando estas a punto de perder el vuelo. En el resto de las situaciones, son inventadas.
· Las gimnastas se caen mucho, pero que mucho, de culo: de las barras, del trampolín… pero como compiten 4 modalidades al mismo tiempo en la tele te ahorran el disgusto y te dejan que fantasees pensando que son perfectas. Un poco como el photoshop de las modelos aplicado a cabriolas en el aire.
· Las gimnastas no calientan. Vienen como pulgas saltarinas de casa. Un poco como cuando tú vas a un coctel y ya vas cenada en previsión de posibles desmayos.
· Ellas no lloran. No se sabe si porque son pequeñitas y ligeras y no pueden cargar lagrimas con ellas o si es porque son duras de verdad pero ahí no se ve ni un puchero por mucho que se lesionen, se caigan de culo o lleven un maillot horroroso (alguien vio el de España? Por Dios, que horror, con lo monas que iban las japonesas!).
· Mientras la mayoría de los seres humanos pasaríamos un mal rato haciendo una voltereta hacia delante en el suelo y, posiblemente, acabaríamos cambiándolo por rodar un poco por la alfombra, que es mucho más asequible, hay personitas que son capaces de saltar dos metros hacia arriba, dando volteretas, sonriendo y guiñando un ojo al jurado. Yo me auto-engaño diciendo que con mi 1.75 metros seguro que me haría un nudo en las piernas y acabaría en tragedia pero sospecho que mi incapacidad esta poco ligada con la longitud de las extremidades que tengo que gestionar.
Y ya para despedirme, deciros que me voy a una boda en Serbia este finde, una semanita a Dubái a mediados de agosto (si, lo sé, ideas de bombero ir a Dubái en Agosto) y que por supuesto volveré en Septiembre para contarlo todo.
Pasadlo bien este verano!
Lara Jones