Norit sabe lo que lava

Lo reconozco, las citas en plan cafe o cena me aburren soberanamente. A veces, el contrincante es entretenido e incluso te involucras en la conversacion; pero en la mayoria de los casos, a incomodos silencios le siguen mas incomodos silencios, cuando el individuo en cuestion, o bien no sabe de que hablas o lo que dice es incorrecto, no solo mal dicho, no, sino realmente mal razonado y empiricamente inviable.

Asi que en un alarde de valentia y, sobre todo, tras hacer una meticulosa lista de citas ideales que incluyen rocodromos, multi-aventura y un monton de actividades mas que pueden dejar no solo secuelas fisicas sino emocionales, propuse a mi ultima victima mi plan ideal del sabado: ir a una granja. Y como una en realidad no ha pisado un pueblo de menos de 250.000 habitantes en los ultimos 20 años, decidi jugar seguro y proponer una granja urbana. Para mi sorpresa acepto!

Total que el sabado por la mañana, ahi estaba yo dispuesta a abrazar a todos los corderitos de Norit que se me cruzasen por el camino, perseguir a la gallinas y, si me dejaban, ordeñar una vaca y, ya de paso, sobreponerme al trauma de las ubres de gelatina de las vacas que no me ha abandonado desde la granja-escuela, alla cuando todavia tenia dientes de leche.

Y como para todo, empezamos por el principio: perseguir a los animales no estaba permitido asi que las gallinas tuvieron un dia de descanso. Los corderitos estaban pastando felices en su parcelita vallada. Una pena, con todo el amor que tenia yo para darles.

Los cerdos estaban patas arriba literalmente, extenuados de vivir en una pocilga (yo no se al resto pero a mi el desorden y la suciedad me deja tan valdada como a ellos) y posiblemente, haciendo por la vida y por ignorar comentarios como los de una señora que no paraba de hablar de salchichas. Shhhh....

Habia unos cerditos fantasticos, estos encerrados. En algun punto, mientras yo me balanceaba como un elefante sobre la tela de una araña en la valla para tocarlos, decidieron intentar catarme. Tengo que reportar que recupere mi mano con exito y sin mordeduras pero cerca estuvimos.

Nos mojamos. Y no, para variar, no nos llovio, pero tuvimos un momento de Al Agua, Patos protagonizado por un pato estresado que decidio lanzarse al bebedero de los burros cuando nosotros pasabamos por alli. Que por cierto, que tristes son los burros.... Tan melancolicos...

Y de mi cita, pues realmente nada que decir. Yo estuve divinamente tocando todos los animales y el supongo que estara intentando recuperarse de la impresion.

Alguien mas fantasea con el corderito de Norit?

Lara Jones