27/2/12

Poniendoselo facil a Meetic

Bridget Jones comenzaba su diario hacienda una lista de todas las cosas que un futuro novio no debería tener. Unos añitos después y, tras el anuncio de una amiga de posiblemente apuntarse a Meetic, me he puesto a hacer mi lista de características:
·         Que sepa cocinar pero no sea un Arguiñano sin programa de televisión. Porque tanto como deseo no ser la cocinera oficial del reino y no encontrarme dos gatitos famélicos, sino uno y por derecho (el gatito Jones), tampoco estoy muy dispuesta a dar rienda suelta a las locuras de más de un soltero de cruzar toda la ciudad para comprar ese ingrediente tan especial (harina) que solo venden en ese deli tan exclusivo (y que curiosamente fue cerrado por sanidad 6 meses antes) para cocinar ese dulce tan único (el bizcocho de la abuela, del que se revuelve todo sin amasar en 2 minutos y se mete al horno al tuntún).
·         Que sea financieramente independiente. Porque para dependientes financieros, ya tienes hijos con la esperanza que allá cuando acaben la carrera se puedan mantener a sí mismos. Las tarjetas de crédito humeantes, las noches de botella y reservado y la ropa de firma, en el Hola por favor. En mi casa orden  concierto que hay un montón de inversiones que hacer con lo que nos ahorramos.
·         Que no esté enamorado de su madre o de sus amigos. Porque la mamitis es mortal pero la amiguitis es una enfermedad de descubrimiento reciente mucho peor. La mami te puede echar de su vida, los amigos, te lo pueden robar y no devolvértelo hasta la jubilación.
African Lions
Soy tu leon, soy tu leon o los buenos resultados que les da Meetic a algunas

·         Que sea  fiel. Fiel a sus principios, a sus valores y sobre todo a mí. Porque yo no me veo arrastrándome por el suelo con unas hojas de parra a modo de camuflaje en la cabeza o dando volteretas para llegar a mi trinchera y espiar mejor al enemigo. Si el contrincante es de los que les gusta mirar el menú y a veces hacer alguna pequeña cata… no es que se quede sin postre, es que también pierde el plato fuerte.
·         Que me adore como a una santa en un altar, me haga ofrendas y que lo que yo diga sea palabra sagrada. No es que yo sea antidemocrática, pero si al fin y al cabo en mi casa voy a mandar yo, para que vamos a perder el tiempo consensuando mi opinión. Si la ejecutamos sin rechistar, la vida es más fácil para todos.
En resumen, mi anuncio en Meetic seria breve pero conciso: ‘Mujer blanca soltera busca… un hombre adulto’. A buen entendedor, pocas palabras bastan.
Lara Jones

21/2/12

Cata de chocolate

Yo no sé como os sonara a vosotros, pero cuando me invitaron a una cata de chocolates, en mi mente solo había una imagen: montanas de chocolate al más puro estilo de las de sal que se ven en las carreteras de la costa y yo escalando, yo tirándome en trineo, yo comiéndome el chocolate en polvo en puñados, yo en mi sueno chocolateado.
Para variar, y como Calderón de la Barca claramente indico, los sueños, sueños son y la realidad de la cata igual fue un poco diferente:
·         Cuando entre, vi seis boles con mini cuadraditos de chocolate de 1cm x 1 cm. En mi momento profesora de matemáticas, me plantee el siguiente problema: si yo me como dos boles, ¿a cuanto tocan las otras 20 almas? A aproximadamente 6 cuadraditos cada uno, incluida yo. De los dos boles para mi nasti de plasti.
·         La cata iba acompañada de una explicación sobre la elaboración del cacao y la reforestación de la selva Amazonas (no de Amazon que eso ya lo reforesto yo con mis compras). El pánico inicial al ver que los frutos eran blancos se resolvió con la explicación de que el fake tan lo consiguen tostándose (como la vida misma pero sin St Tropez).

Chocolate
Muy mono, pero estas cantidades ni cuecen ni enriquecen


·         La cata de chocolates se basa en chuperreteo. No tanto porque la materia prima sea de primerísima calidad como el ponente se empeñaba en explicar, sino porque yo con 6 mini cuadraditos no tengo ni para empezar. Si me los hubiera comido un pelín mas rápido habría acabado devorando a mi compi de al lado.
·         Las selvas tienen un montón de diamantes en el subsuelo. Para los ecologistas son terribles noticias; para mí, haberme dejado mi taladro inalámbrico de 12V también: yo estoy dispuesta a irme con él, extraer un par de kilitos de piedras preciosas en una tarde, tapar el agujero con un árbol de cacao (me llevo al gatito Jones para que me ayude con la arena que tiene un gran dominio de escarbar y tapar) y llegar a Londres para cenar.
·         Había una chica con una mega diamante en un dedo de los que requieren entrenamiento al estilo Kill Bill para poder mover las manos con tanto peso (seguro que ella sí que llevaba el taladro en el bolso). Una pena que los novios que pagan anillos propios del valor de un plan de pensiones solo se detecten cuando se ponen de rodillas. İDeberían llevar un rasca y gana en la nuca para ahorrarme a mí las horas de penurias en mis citas!
Y para colmo la cena de después no tenía nada de chocolate así que acabe comprando una tableta en la tienda 24 horas de enfrente de mi casa. El chocolate no seria de la misma calidad, pero en este caso, como en muchos otros, el tamaño si importa! ¿O no?
Lara Jones

13/2/12

Mis 5 auto-mentirijillas favoritas

 La semana pasada, en uno de estos momentos de fervor intelectual que se apoderan de mí al más puro estilo ‘El exorcista’ en versión cifras y letras me puse a pensar en todas estas pequeñas mentirijillas con las que nos auto-engañamos. Lo bueno de las auto-mentirijillas es que desde que los niños no son de madera, no nos crece la nariz. Lo malo es que desde que no son de madera, el vestuario del gym es un gallinero espectacular.
Y como soy la mujer de las listas y mi BB guarda un montón, pues me he hecho la lista de mis peores auto-mentiras:
Ø  ‘5 minutos más… Total todavía llego a tiempo’. Pues normalmente, no. Primero porque puse el despertador 10 minutos más tarde por la noche (lo que llama una overnight mentirijilla), segundo, porque repetí la operación de ‘5 minutos más’ 3 veces y tercero, porque el conductor del tren es obsesivamente puntual y le digo adiós mientras veo como se aleja. En resumen, no solo llego tarde, sino despelujada, malhumorada y, en casos extremos, a medio vestir.
Ø  ‘Si solo es un poco…’ aplicado a helado, chocolate o cualquier otra comida con por lo menos una cucharada y media de azúcar por cada 5 gramos. Y de poco en poco… pues nos hemos comido una tarrina de 500 gramos de helado. Curiosamente con las espinacas hago mas lo de ‘venga una cucharadita mas y me auto-perdono el resto’, seguido de taparme la nariz para pasarlo y encima a veces se me hace bola. ¿Por qué no puedo decir ‘si solo es un poco’ con las cosas verdes?
Ø  ‘La mezcla cultural es enriquecedora…’ que es lo que aplico a mis citas y amistades de países exóticos. Con esta regla de tres acabe compartiendo casa con un jamaicano metido en asuntos  turbios, saliendo con un activista iraní y muy cerca de conocer los detalles múltiples mafias. Del enriquecimiento, ni rastro. Ni un triste diamante.
Ø  ‘Hemos quedado solo a tomar algo…’. Pues yo sí que solo he quedado para tomar algo, pero resulta que el contrincante normalmente ha quedado para intentar una de las 3 siguientes: 1. Llevarme al huerto 2. Llevarme a su casa (huerto con cuatro paredes y techo) 3. Llevarme a mi casa (huerto con 4 paredes y techo subvencionado por la menda lerenda). Total que aplicando la número 2 (‘si solo es un poco’) y siendo fiel a no aplicarlo a vegetales (o productos de la huerta), yo me tomo algo y me voy a dormir con el gatito Jones, y ellos que mientras decidan qué hacer con sus huertos.
Ø  Si voy a comprar de 10 a 11, quedo a tomar un café de 11 a 12 y cocino y como de 12 a 1 puedo quedar de 1 a 3 para ver la exposición’ Pues no. Primero, porque todavía ni me auto transporto ni voy disfrazada de CAT Woman por la vida (aunque ambos son dos sueños vitales que espero que la ciencia y el látex puedan realizar) y segundo, porque en mitad de este cuento de la Lechera que incluye el momento Regreso al Futuro me he encontrado con: gusanos en la cocina producto de las pulgas que mi gatito ingirió por error (básicamente lavándose), una inundación  por cortesía de mi lavadora, las lentejas pegadas al fondo (porque no, una no se puede ir y dejarlas al mínimo) y un tornado en el salón (las prisas es lo que tienen que te dejas las ventanas abiertas).
Y aunque mis auto-mentirijillas me resultan normalmente agotadoras, reconozco que las quiero, las adoro y las compro un loro. ¿Soy yo la única o hay mas almas cándidas que comparten su vida con travieses mentirijillas?

Lara Jones

6/2/12

Upps: San Valentin is here again

Como una vive fundamentalmente en el mundo de Lara Jones, que es como el país multicolor de la abeja  Maya pero sin aguijones ni hormigas (o al menos en eso me esmero) no me di cuenta hasta ayer por la mañana, que para remate era lunes y con nevada, de las fechas tan terroríficas que se avecinaban. Porque peor que la cuesta de enero  es el precipicio de Febrero. No solo porque las solteras nos asomamos al abismo, sino porque yo tengo el honor de envejecer de la noche del 14 al 15 más que la mayoría de los mortales. De hecho los estragos de San Valentín hacen que me levante un año más vieja (aunque posiblemente simplemente sea que es mi cumpleaños).
Sea como fuere, de repente todas las señales a mi alrededor empezaron a cobrar sentido: la ropa interior roja que yo siempre he pensado que tiene las mismas posibilidades de quedarte bien que de que te toque la lotería (1 entre no sé cuantos millones siempre y cuando Urdagarin no sea el gestor porque si no olvídate) en todos los escaparates; los bombones por todas partes que resultaron no ser las sobras de Navidad pero como yo andaba con mi dieta anti colesterol me quede super satisfecha con la explicación; un chocolate en forma de flor en el super lamentablemente envuelto por unas manos asiáticas en alguna fabrica al otro lado del mundo de la que no comeríamos nada si la visitásemos  y condones en el pasillo central de la farmacia. Y ese fue realmente el momento, porque cuando una está buscando  como si no hubiera mañana una caja de aspirinas encontrarse una caja de condones no solo es contraproducente (la prueba andante de que hay a gente que no le duele la cabeza en ese momento o que no le va a doler esa noche) sino que solo inspira una frase que es más real que nunca ‘ahora no que me duele la cabeza’.
El caso es que como no me queda otra que pasar por el trance (San Valentín sin novio + cumpleaños con extra de años) he decidido auto-convencerme de que la mejor opción es no tener  una víctima para tales fechas, porque el pobrecito estaría expuesto a:
v  Mi plan ideal de cita es ir a un rocódromo. Nunca lo he hecho en parte porque no he encontrado quien me secunde. Después de eso, y ya despelujados y con los arneses clavados en todas esas zonas que el resto de la humanidad cuida con mimo, podemos ir a cenar si el objeto de mi experimento todavía tiene energía y le queda dignidad.
v  Calcetines de ski para dormir. Porque igual con el calor que da un hombre, soy capaz de renunciar a un par de capas de las 5 con las que duermo pero İNo sin mis calcetines de ski! Es verdad que no son nada sexys, pero son tan calentitos… Y total, ¿no dormimos con los ojos cerrados? İY con los pies calientes!
v  No compartir postre incluyendo no darle ni una cucharadita en plan flirteo de tortolitos acaramelados de mi plato. Y es que cuando se trata de dulces, yo soy una chica Magnum: es mío, solo mío, ¿vale?
forklove
Es o no es cuco este corazon hecho con tenedores?


v  Mi hiperactividad que pasa por hacer preguntas como ‘y como se esta en casa sin hacer nada?’ porque yo practico mas la vida de rabo de lagartija, de un lado para otro sin parar. Y si me da el sol: İdespendole!
v  Y sobre todo a mí: con mi tendencia blogger, mi casa en silencio sepulcral que hasta me oigo pensar (y hay que ver todo lo que pienso), mis momentos Speedy González, corriendo como loca de un lado a otro, mis amigas (bla, bla, bla non stop), mi adoración por Lady Gaga, mi hermanísima, el gatito Jones y ese toque gaga que yo misma tengo y si no a las pruebas me remito.
Como no creo que de aquí a una semana encuentre victima creo que me dedicare a hacer un par de tartas para mis compis de oficina, aunque no sé si  les gustara algo que no lleve esos colores rosas y azules que les ponen a las magdalenas y que cuando te los comes te caen al fondo del estomago al más puro estilo pies de cemento de las venganzas sicilianas.
Y vosotros, ¿que hacéis por San Valentín? ¿Cena romántica o lista de razones por las que no celebrar?
Lara Jones