Después de una semana de accidentes y desbarajustes, hoy me he levantado como un libro abierto. Un libro de auto-ayuda, para ser más exactos, abierto por la pagina de las expectativas. Y me podría poner mística explicando la palabra expectativa y como esperar poco lleva a la felicidad, pero casi que me viene mejor explicar mi ciclo de expectativa-frustración-euforia que es como ser cocainómana pero sin drogas.
Y empezamos con las expectativas y su ciclo vital a través de unos maravillosos ejemplos prácticos para los que tengo derechos de copyright:
Ejemplo 1
Vuelo con Easyjet y compro con mi vuelo una maleta de equipaje.
Expectativa: en mi mente, las 25 libras pagadas implican que la maleta llega intacta el mismo día, a la misma hora y, a poder ser, en el mismo aeropuerto que yo.
Frustración: miro el carrusel de equipajes. Primera vuelta: no, no está mi maleta. Segunda vuelta: tampoco. Tercera vuelta: casi no quedan maletas y están cerrando la puerta. Cuarta vuelta: oficial, mi maleta no está. Doy parte de la perdida de equipaje, llamo al día siguiente a ver si han encontrado la maleta que según ellos ‘ha perdido el vuelo’. Nada, que Madrid no responde. La doy por perdida.
Euforia: dos días después, cuando ya había acabado de hacer inventario y estaba a punto de lanzarme a las tiendas para comprar todo el material perdido, la pagina web muestra que la han encontrado. Aleluya!!! El sábado por la mañana, 4 días después de mi vuelo, me la envían a casa con el candado puesto, intacta y con el asado de mi madre sin gotear ni un poco.
Nivel de felicidad alcanzado: mucho más alto que si hubiera recibido la maleta cuando correspondía, así que Sr. Easyjet, envíeme la maleta tarde que me hace mucha más ilusión!
Ejemplo 2
Noche de reyes en mi casa.
Expectativa: hacer chocolate con churros para 5 personas.
Frustración: un churro explota quemándome las manos y el escote. Acabo cubierta en pasta de dientes, mientras los ingleses me miran perplejos pensando ‘pobrecita, hay que ver que pobre es España que no tienen ni cremas para quemaduras’. AL día siguiente me levanto con unas cuantas ampollas que me rasco felizmente al más puro estilo Espinete por error. Ni que decir tiene que acabo con las manos vendadas y lo que parece una infección?
Euforia: voy a un centro de urgencias al lado del trabajo. 3 horas de espera. Pues va a ser que no, primero porque estoy trabajando y segundo, porque si es urgente 3 horas de espera desvirtúan el concepto. Me dicen que vuelva mañana a las 8, porque parece ser que la percepción de lo que es urgente aumente según nos vamos despertando. El caso es que me curan las quemaduras y me confirman que efectivamente se me están infectando las ampollas del escote.
Nivel de felicidad: mucho más alto que antes de quemarme. Habitantes del mundo, para ser feliz ni dinero ni drogas, nada como quemarse y que te den antibióticos. Que subidon!
Ejemplo 3:
El gatito Jones
Expectativa: una mascota autolimpiable y autoalimentable.
Frustración: las tantas de la noche y noto unos pasos seguidos de un olor sospechoso en mi cama. Es un pájaro, es un avión o es un smelly cat como la canción de Friends? Pues va a ser lo último.
Euforia: después de un reconocimiento de la zona, evaluación del problema y resolución, que no voy a detallar porque es un poco desagradable, pero que se puede resumir en que mi gato tenía las tripas de Jorge, el gato está limpio, las sabanas cambiadas y no parece que vaya a haber más incidentes.
Nivel de felicidad: increíble. Limpiar a tu gato e irte a dormir a una cama recién cambiada no tiene ni punto de comparación con un gato autolimpiable que duerme a tus pies. Mucho mejor con un gato empantanado que recién puesto a punto.
Total que después de ver lo feliz que me hacen los desatinos de los últimos días, voy a pasar la página de mi libro abierto de auto-ayuda y ver si en el apéndice viene el número para unirme a las Carmelitas Descalzas o a los Hare Krishna.
Lara Jones
Hola cielo! madre mía te pasan unas cosas que son dignas de que nos las cuentes! Lo de la maleta te comprendo perfectamente, después de darlo todo por perdido debió ser una alegría tremenda que encontraran tu maleta^^!! Lo del gatito Jones me has dejado con los ojos como platos, no me quiero imaginar cómo debían estar tus sábanas y mucho menos el olorrrr! Y lo de los reyes me ha sabido mal que te hicieras tanta pupa, pero vaya salpicarse con aceite tan caliente tiene consecuencias fatales... mi hermanastro mismo hace unos años se quiso hacer gambones (recién sacados del congelador -vamos cuando más salta el aceite-) y se ve que salpicó aceite por todo y se incendiaron las cortinitas de la cocina!!! Un show vamos xD.
ResponderEliminarEspero que ya estés recuperada de las quemadas, son muy dolorosas :/
un besazo!!
Si es que es lo mejor!!! si después de la fustración llega la euforia, es que tu nivel de auto-ayuda es espectacular!!!
ResponderEliminarEstás creando corriente positiva, la caña!!! eso sí, mejor si no te hubieras quemado la pechera!!! cuídate eso, que tiene qeu doler muuucho!!
Besos guapa y feliz vuelta a la ¿normalidad? ^^
(por cierto, este martes creo que volverán los dulces!!!)
Muy bueno!!!!!! http://universovarietes.blogspot.com.es/2013/01/borbones-terelus-y-viceversa_2021.html
ResponderEliminarLara eres increíble! consigues arrancarme una sonrisa siempre, y eso que hoy era especialmente difícil. Espero que nunca pierdas la capacidad de ver la vida con esa frescura y ese puntito de sarcasmo. Aunque no suela comentar, te leo siempre y te espero con impaciencia. Un abrazo
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