12/1/11

Lara Potter-Jones

La primera vez que leí Harry Potter pensé que estaba basado en el siglo XVIII. Cuando vi la peli, pese a la maniobra distractora de los estilismos de sus tíos que parecen de otra galaxia, me quedó aproximadamente claro que como mucho eran los 50. Y hoy tengo que confirmar que Harry Potter está basado en la actualidad.
¿Cómo lo sé? Porque he estado al lado de su tienda de libros y, posiblemente, İ en la misma tasca! Por increíble que parezca, seguir a mis compañeros de trabajo para unas drinks funcionó como un hechizo para sacarme del mundo muggle y meterme en el mundo mágico. Una puertecilla en una calle de la city que parecía pedir santo, seña y derecho de pernada y ahí estábamos, en un callejón que nos llevó a un pub del siglo XV.
Por muy incrédula que yo sea con las placas conmemorativas que compras con efecto envejecido y telarañas incluidas en la tienda de azulejos de la esquina, en el estante de Porcelanosa, arriba a la derecha, doy fe que no sólo el bar sino las puertas, las ventanas, los vasos y la alfombra tenían por lo menos los 500 años que declaraban. Los ácaros, debido a su considerablemente más corto ciclo de vida, eran bastante más jóvenes y pese a eso se estaban dando al botox con devoción, como claramente me susurraron ellos mismos al oído. Había tantos que alguno tenía que hablarme…
Acaros: esos grandes conversadores
Lo mejor de estos sitios con solera es que mientras tu discretamente pasas una servilleta por todo lo que tocas para evitar quedarte pegada (me aterra pensar que la porquería milenaria no es soluble en agua e igual no me pueden despegar) a la chupipandi inglesa se le ilumina la cara; no se sabe si porque esperan que Bella, la de la bella y la bestia aparezca en cualquier momento, que no me extrañaría porque hace juego perfectamente con el decorado, o porque los ácaros les están dando mejor conversación que a mí.
Por mi parte, yo miro con temor, no sólo por si aparece Bestia o me quedo pegada y paso a ser parte de la decoración sino porque la gente alrededor tienen exactamente la misma edad que el pub y mucho me temo que posiblemente son amigos de el_que_no_debe_ser_mencionado y, o acabo cazando unicornios, o siendo perseguida en una escoba por el eje del mal, o, lo que es mucho peor, las paredes se cierran y no puedo encontrar el ladrillo que tengo que girar para volver al mundo muggle.

1 comentario:

  1. Esto puede ir convirtiendose en una guia de que visitar en London, desde un punto de visto muy particular, pero con indudables valores, ya sean, culturales, sociales, musicales, gastronómicos.
    Se podria abrir a ropa's way, night life behaviour,...
    ciao!
    como me gustan las tartas! ummmm!

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