16/7/12

Sabado, sabadete


Los sábados son el día más peligroso de la semana. No solo porque te pasas 5 días fantaseando para aterrizar en la cruda realidad de que está lloviendo otra vez, sino porque a veces la vida se vuelve extremadamente dura y pasas de una existencia apacible a rozar la criminalidad y poner tu salud mental en peligro.
Mi sábado empezó haciéndome creer que había nacido con una flor en el culo: nada más y nada menos que el tren que me llevaría a recoger el coche del taller estaba ya en el andén cuando yo aparecí sin horario ni calendario. La cosa se torció como 15 minutos después cuando ya subida en el tranvía aparecieron los revisores. Y es que, en mitad de la carrera por la estación para coger el tranvía que ya estaba ahí también esperando, se me olvido picar el billete. Sintiéndome toda una ‘crimínala’ y teniendo la máxima suerte que un ser humano puede tener en un día, me baje en la siguiente estación justo antes de que empezasen a revisar mi zona. Como una es una ‘criminala’ de relumbrón, evidentemente no me di cuenta de que se bajaron los 3 revisores en mi estación (demasiadas variables que controlar, la mayoría de ellas relacionadas con estrés situacional y sentirme la peor persona del mundo). Asi que para las 9.30 de la mañana había ya cruzado el umbral de la legalidad y pagado mi imprudencia con media hora bajo la lluvia en una de esas zonas donde no te gustaría perderte y sobre todo no te gustaría que te encontrasen.

Una vez superado el momento ‘igual acabo en el cuartelillo’, todo parecía marchar sobre ruedas (literalmente). Conduje hasta el super, puse las bolsas en el maletero y sorpresa!! No cierra. No cierra a la una, no cierra a las dos, no cierra a las tres… no cierra a las cien… Pues nada, haremos como si no pasase nada y conducir al taller con el maletero lleno de botellas de agua de sabores y llamar a tu amiga por el camino para decirle que no llegare a mi propia comida fuera lo más normal para el sábado por la mañana. Olvidados  están mis apacibles sábados dándolo todo en la bici de spinning.

Dos horas después, con una cerradura nueva, esta vez sin dos libros de lluvia acumulados en el cierre centralizado, y dos capuchinos después a cuenta de Smart llegue a casa para recordar que me tocaba café. En mitad de un momento total de inconsciencia, decidí que definitivamente mi fantástico día indicaba que cualquier tarta que hornease iba a ser definitivamente un éxito (al más puro estilo del resto de mi día, debería haber pensado si hubiera tenido un poco de sentido común). Asi que me lance a hacer muffins de plátano. Buena, buena, lo que se dice buena pinta no tenían ni recién horneados. Ahora lo peor fue cuando mi amigo se lo llevo a la boca. Pero que invento era este? Estaban sin cocer…  La criaturita, como buen británico, hizo todo el ademan del mundo de comérselo sin rechistar. Pobre… Le corte el pasodoble y le obligue a comerse la tarta industrial que él había comprado, que por mucha grasa saturada que tuviese, definitivamente había sido horneada.

Asi que a eso de las 8, con unas 2.000 calorías de tarta de chocolate, absolutamente necesarias para mi recuperación psicológica, me despanzurre en mis sofá a ver Crepúsculo y fantasear con vampiros. No solo porque los actores son monísimos sino porque me encantaría que alguien me transportase cargada en la espalda y no tuviera ninguna tentación de probar mis muffins.

Alguien con un mal finde con ganas de acompañarme en el sentimiento?

Lara Jones

5 comentarios:

  1. Venga va, el sábado no pudo ser tan malo si acabó con una peli de Crepúsculo... un beso!

    ResponderEliminar
  2. Ay ay.... si es que lo que empieza mal, es como esos días que te levantas de la cama y ya te das un guarrazo! tipo: con la cabeza en la mesita de noche, o un golpe en el pie (es de los peores dolores, te entran una mala ostia que pa qué)y dices... ya está, mi día a tomar viento, todooooo saldrá mal!!!
    Lo de los muffins nos ha pasado a todos Lara. Es que tema horno es un fastidio. No es culpa tuya, es el horno! ;)
    Por cierto, cómo me gusta Crepúsculo y todas las pelis que la siguen! ;)
    Un besazo guapa, sábado sabadete y no hace falta que te diga lo que sigue... y si es así, genial sábado! jejeje!

    ResponderEliminar
  3. Hola Lara preciosa muy buenos días, me imagino como tuvo que ser ya que la crónica me la he guardado en el móvil eres un crack te lo juro no veas como me levantas el ánimo leyéndote.
    Ya que yo tengo muchos días así pero luego durante el día y hasta que este termina va cambiando cielo. Mucha fuerza y un recordatorio de que tienes una visita que hacer a las islas.
    Un besazo fuerte.
    http://mary1975.blogs.elle.es/

    ResponderEliminar
  4. Acabo de descubrir el blog y me encanta. El mio es muy parecido al tuyo, visitalo: perritafaldera.wordpress.com

    ResponderEliminar
  5. jajaja pero que fuerta que eres! Pensaba que era de las pocas personas freaks que le pasaban millones de cosas freaks, pero veo que no soy la única. ¿Después de sacar el coche del taller no te cierra el maletero? Ya te imagino en el parking del Tesco, bajo la lluvia, con el pelo lleno de puding y topping de chocolate jeje El Pastel seguro que te quedó delicioso: no haya nada mejor hecho con amor para ver la saga Twilight. Amen! jeje

    http://www.humordemoda.blospot.com

    ResponderEliminar